BILDERBERG GROUP

Focus: Política
Fecha: 16/06/2010

Ahora que ya han transcurrido algunos días desde la reunión de este elitista grupo en Sitges, y que la noticia no merece portadas, vamos a intentar decodificar esta marca para saber de qué estamos hablando cuando nos referimos a Bilderberg.

Pretender que es “el gobierno mundial” y que en sus secretas reuniones se decide el futuro de la humanidad, es olvidar el contexto político-económico y social del siglo XXI.

Bilderberg nació hace 56 años como un instrumento más de la “guerra fría”, promoviendo un frente común entre la Europa Occidental y Estados Unidos, contra la “malvada” Unión Soviética. Su promotor y fundador fue Bernardo de Holanda, padre de la actual reina, un oscuro personaje, alemán de nacimiento, que militó en el partido nazi y que alcanzó el grado de oficial en las SS. Pero los líderes occidentales se taparon la nariz y permitieron que el proyecto progresase. Hasta el mismo general Eisenhower, en su calidad de presidente de Estados Unidos, dio su visto bueno.

Bilderberg se consolidó como grupo de presión, reuniendo bajo su paraguas a un conjunto de personalidades del mundo político y económico. El auténtico gobierno de Bilderberg está en manos de un reducido colectivo, que decide a quién invitar a cada reunión anual. Los americanos, siempre recelosos de sus socios europeos, colocaron en las riendas del grupo a gente procedente del Council of Foreign Relations, auténtico lobby dentro del Estado. Además, lanzaron otra marca (la Trilateral) para compensar las ambiciones de Bilderberg.

Bilderberg es una red social privada. Si alguna vez te invitan, te harás con una buena lista de contactos. No hay propiamente una filosofía común, ni un plan de trabajo. En este medio siglo, han asistido a sus reuniones algunos centenares de personas, la mayoría una sola vez. Les encanta el secretismo y mantienen unos rituales muy estrictos.

Pero tienen una gran debilidad, que cuestiona su futuro a medio plazo. En su origen apostaron por la raza blanca (europeos, estadounidenses, canadienses) y bloquearon la incorporación del exitoso Japón de los sesenta del siglo pasado. Ahora ya es tarde para proponer cambios. Para China, para los países periféricos del sudoeste de Asia, para la explosiva India, para los productores de petróleo del Medio Oriente, para muchos países emergentes, Bilderberg es una marca obsoleta, por mucho que sus miembros alardeen de su poder. Sólo China, por su propia cuenta, dispone de recursos para comprar todos sus activos.

Yo les recomiendo que su próxima reunión anual la celebren en un balneario de Baden-Baden.

Alf Duran Corner

 

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