CHAPUCEROS

Focus: Política
Fecha: 20/02/2013

Las andanzas de la oligarquía castellana y de sus genuinos representantes (el aparato del Estado) no tienen límite. Su “servicio de inteligencia” es un oxímoron, una “contradictio in terminis”. Cuando quieren levantar una cortina de humo para tapar sus innumerables vergüenzas, les fallan los instrumentos y hacen el más aparatoso ridículo.

El comportamiento de su “equipo de espías”, de cuyo sueldo – hay que recordarlo – los ciudadanos catalanes pagamos el 25%, recuerda las aventuras de Mortadelo y Filemón. Son unos inútiles.

Su desmedido afán para que la gente no preste atención a los innumerables casos de corrupción política que afectan de forma directa al partido en el gobierno y a la jefatura del Estado, les lleva a investigar supuestos delitos que puedan ocurrir en otros ámbitos, con especial dedicación a Catalunya. Así distraen al personal.

Los medios de comunicación, con su proverbial falta de criterio, actúan como caja de resonancia y trasladan el mensaje subliminal de que “todos los políticos son basura”. Así podemos poner en el mismo cesto a los señores Rajoy, Bárcenas, Fabra, Rato, Aznar, Acebes, Urdangarín, Mas, Pujol, Puig, junto a las señoras Cospedal, Sánchez Camacho, Mato y un largo etcétera. Todos contentos y a esperar que el populista de turno intente la burda maniobra de un golpe de estado blando.

Alguna gente tiene la mala suerte de que les salga un hijo borde, y ya cargan con suficiente castigo como para que los demás saquen provecho político de esta realidad. ¿Alguien se pregunta porqué la señora Sánchez Camacho tuvo una comida privada con la examante del señor Pujol Ferrusola en un restaurante de Barcelona? ¿Es que eran compañeras de colegio o pertenecían a la misma congregación? ¿O es que el Partido Popular quería documentarse para poder dinamitar de forma indirecta al líder histórico de Convergència? Y si esta conversación fue grabada, lo más razonable es pensar que la cúpula del partido tuvo más confianza en una cinta que en la memoria de su entusiasta representante regional. Y ¿a cuento de qué sale ahora un tema antiguo que huele a naftalina y que es más propio de un programa de Telecinco o Antena 3?

Y ¿por qué los principales dirigentes de la seguridad nacional se reunieron el pasado año – ya gobernando el PP – en el mismo restaurante? ¿Es que les preocupaba que la ola independentista catalana fuera creciendo de forma exponencial o era simplemente una rutinaria comida entre colegas? ¿Por qué no fueron invitados los responsables de seguridad de la Generalitat? ¿O es que había algo que ocultar? ¿A que viene la detención de algunos miembros de una empresa privada de detectives, cuando esa empresa lleva ya muchos años prestando servicios a los sucesivos gobiernos, a los partidos y a cualquiera que pueda pagar sus honorarios? ¿O es que no es sobradamente conocido que este tipo de empresa, cuando es exitosa, tiene estrechos vínculos personales y profesionales con el propio aparato del Estado? Hace ya muchos años que los servicios de inteligencia de los países avanzados contratan a empresas particulares para hacer “servicios” que están fuera de la legalidad y que ellos no pueden asumir. ¿Por qué no organiza el gobierno español una visita protocolaria a la CIA y así, como mínimo, evitarán la sensación de ridículo que producen.

Y ya en el colmo de la estupidez, se dedican a enturbiar las áreas del “back office” del Barça, dado que no pueden con el equipo en el plano deportivo. Primero con el tema de los famosos avales sobre el valor patrimonial de los jugadores, cuando cualquier ejecutivo con ligeras nociones de contabilidad sabe que la valoración de los activos intangibles (en este caso los jugadores) solamente se puede comprobar si se vende el club. Entonces aflora la diferencia entre el valor neto contable y el precio de la venta. Hay que recordar que los avales fueron impuestos por una junta histórica, con el propósito declarado de poner barreras muy altas para que los socios de a pie no pudieran acceder jamás a esa posición. Esto no le interesa a nadie, salvo a cuatro jubilados aburridos. Por último, el control de los mensajes de las cuentas de correo y de los móviles propiedad de una organización es un mecanismo habitual en muchas empresas, debido al uso particular y desproporcionado de esas herramientas.

Claro que mientras que la gente se entretiene con estas idioteces, se olvidan del problema nuclear. Y, cuando pase la tormenta, estaremos igual que estamos. El señor Rajoy no habrá dimitido, el señor Bárcenas seguirá esquiando (esta vez en Aspen, Colorado), la señora Sáenz de Santamaría – tan seriecita ella – continuará con sus lecciones de ética y urbanidad ante la prensa canalla madrileña, la señora Mato montará sus fiestas familiares (confeti incluido), la señora Cospedal habrá hecho reformas en su palacete-mansión, el señor Rato ocupará dos puestos más en nuevos consejos de administración y el señor Aznar dará conferencias, con su macarrónico inglés, en universidades opusdeístas allende los mares.

Quizás la Eurozona está en crisis, pero lo que es España está en proceso de descomposición, gracias a la desacomplejada labor de una pandilla de sinvergüenzas.

Alf Duran Corner

 

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