DEFICIT DEMOCRATICO

Focus: Política
Fecha: 03/03/2009

La gran fiesta de las elecciones en Euzkadi, tan celebrada por unos y otros, ha puesto una vez más de manifiesto la baja calidad democrática del Estado Español. Gracias a la cuestionable “ley de partidos” (cocida por la alianza nacionalista del PP y el PSOE) y con el apoyo incondicional del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional, se ha impedido el derecho al voto a más de 100.000 personas.

Los colectivos abertzales han intentado por todos los medios presentar candidaturas alternativas, que han sido prohibidas una tras otra, con argumentos de lo más peregrino. El objetivo era negarles el voto, sin importar sus efectos.

Es por ello que la nueva composición del parlamento de Euzkadi estará viciada de raíz. Conviene recordar que en las últimas elecciones autonómicas (2005), 150.000 personas votaron a EHAK, que era el sello abertzale del momento. De éstas, 100.000 han votado en blanco, 35.000 han votado probablemente a Aralar y el resto se han quedado en casa.

La suma de los votos del PNV y EA, que antes se presentaban en coalición y que ahora lo han hecho separadamente, pone de manifiesto que la izquierda abertzale no ha hecho una lectura vasquista del tema y no les ha transferido votos.

El nacionalismo español, con las malas artes a que nos tiene acostumbrados, ha manipulado el escenario político y ahora puede presumir de contar con un candidato a lendakari que no pertenece al PNV. Pero a medio plazo esta maniobra puede salirle muy cara.

Para comprender lo anterior hay que echar una mirada al parlamento del Estado, donde un partido en minoría (PSOE) gobierna gracias al apoyo de distintas fuerzas, en función de los proyectos en curso. En la actual legislatura, la mayor parte de las veces ha contado con el soporte del PNV y del BNG, lo que le bastaba para alcanzar la mayoría absoluta.

El Bloque Nacionalista Galego (BNG) ha perdido las elecciones autonómicas en Galicia, por lo que no tendrá ningún interés en seguir apoyando al PSOE. En cuanto al PNV, considerará una ofensa muy grave que se le impida mantener su posición en Ajurianea. La única opción del PSOE sería entonces volver a seducir a C&U, pero el electorado catalán no perdonaría a la coalición otro desliz en este sentido (la conocida cantinela de “ayudar a la gobernabilidad del Estado” en contra de los intereses de Catalunya).

Los estrategas del bloque nacionalista español (en especial los del PSOE) pueden salir escaldados. Las estafas, más pronto o más tarde, acaban pagándose.
Alf Duran Corner

 

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