EL PIJAMA

Focus: Sociedad
Fecha: 21/04/2006

En los años del supuesto “milagro económico español”, en los que la economía crecía a tasas superiores a la media europea y las cuentas se equilibraban gracias a las remesas de los emigrantes (desde Alemania y Suiza preferentemente) y al despertar de un boom turístico de “bocadillo y alpargata” que ahora padecemos, las comidas multitudinarias terminaban con un postre decididamente kitsch : el pijama.

El pijama, siempre sobredimensionado, era una mezcla de helados y frutas, que se desparramaban sobre el plato constituyendo una masa informe.

El barroquismo valenciano, la especulación inmobiliaria y la voluntad decidida del gobierno del Partido Popular en aquella comunidad, han producido una extensión del “modelo Marbella”, en el que el suelo público desaparece y el privado se ufana en demostrar su “feísmo”.

Viejos pueblos marineros transformados en megalópolis, rascacielos a la levantina, casas adosadas y acosadas, campos de golf a gogó, y ruido, mucho ruido.

Y en medio de esa vorágine desenfrenada surge un pastel deslumbrante en la provincia de Castellón: Marina d´Or.

Marina d´Or (que se autodefine como “ciudad de vacaciones”) espera ocupar unos 19 millones de metros cuadrados, con hoteles, balnearios, galerías comerciales, campos de golf, parques acuáticos y un largo etcétera de servicios para el ocio.

Marina d´Or es el “pijama” de nuestra primera juventud, la metáfora del desbordamiento, del mal gusto, del “quiero y no puedo”, de la más exquisita vulgaridad.

Sólo faltaría un último toque distintivo : conseguir que Marina d´Or sea el lugar elegido para celebrar el próximo festival de Eurovisión.

Y todos felices a los acordes de “qué viva España...”.
Alf Duran Corner

 

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