EL SILENCIO DE LA UNIÓN EUROPEA

Focus: Política
Fecha: 14/11/2017

Para muchos ciudadanos europeos (incluidos los catalanes) resulta sorprendente el silencio de la Unión Europea y de sus órganos decisorios, ante el escándalo producido por las continuas medidas represivas contra Catalunya del aparato del Estado Español (gobierno, oposición, jueces, fiscales, funcionarios, cuerpos de seguridad, etc.).

Quizás sería bueno ahondar un poco en este fenómeno para comprenderlo mejor.

No vamos a insistir en el análisis del principal agente (el Estado Español), porque ya se ha hecho sobradamente desde distintas plataformas internacionales independientes. Su comportamiento se ajusta a los parámetros de un país seudodemocrático, infestado de poderosos colectivos vinculados a la cultura de la Dictadura. Ante el escenario de una Catalunya independiente, no han podido controlar sus esfínteres.

¿Pero y la UE?  ¿O es que los gobiernos de los países que la componen han retrocedido en el camino hacia sociedades más abiertas, más transparentes, más auténticamente democráticas?  La respuesta puede no agradarnos, pero creemos que así es.

Lo que ocurre en España (en la que un partido de derechas, muy escorado hacia la extrema derecha, cuenta con el apoyo de un partido teóricamente de izquierdas), se repite en la Unión Europea. En el Parlamento de la UE domina la familia “popular”, formada por partidos de derecha pura y dura, que en los temas importantes cuentan también con el soporte de la familia “socialista”, que se ha desplazado hacia el centro. La familia “liberal” es un magma ideológicamente extraño, donde conviven gente tan dispar como “Ciudadanos”, el PDCAT o el PNV. Lo mismo les sucede a los “Conservadores y Reformistas”, que han reducido su peso político con la marcha de los británicos y que casi nunca actúan como un bloque unido. La quinta familia son los “Verdes”, entre los que destacan los alemanes, con opciones de gobierno en su país a través de acuerdos a concretar con la señora Merkel.

En la práctica y según el número de escaños, el poder se lo reparten las dos familias citadas en primer lugar: populares y socialistas.

Vayamos a los protagonistas principales. El más relevante y notorio es el señor Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea. Luego está el señor Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo. Por último el señor Antonio Tajani, presidente del Parlamento Europeo. Los dos primeros han sido jefes de gobierno en sus respectivos países (Luxemburgo y Polonia). Los tres pertenecen a la familia popular y son ideológicamente de derechas, con matices según su trayectoria.

El señor Juncker, que fue jefe de su gobierno desde 1995 al 2013, ha sido el principal arquitecto de la transformación del Gran Ducado de Luxemburgo en un sofisticado paraíso fiscal. Para Richard Brooks, autor del ensayo “The Great Tax Robbery”, Luxemburgo es una amenaza mucho mayor en términos de evasión fiscal que las conocidas islas del Caribe. Partidario de la austeridad de los otros, se siente orgulloso de los parámetros restrictivos  fijados en Maastricht. El señor Juncker contó en su momento con la protección del señor Santer, ciudadano luxemburgués que también fue presidente de la Comisión. Otro apreciado colega del señor Juncker es el señor Duräo Barroso, a quien sustituyó en el puesto, curioso personaje que pasó de una ideología trotkista (o así se definía) en su etapa de estudiante a una praxis muy conservadora. Con estos antecedentes no es de extrañar las declaraciones de apoyo al gobierno “legítimo” del señor Rajoy, que el señor Juncker prodiga tanto como puede.

El señor Tusk es el menos llamativo, aunque se ajusta a la ortodoxia dominante. Fundador del partido Plataforma Cívica en su Polonia natal, se presenta como liberal en lo económico y conservador en lo social. Dado que el actual partido gobernante (Ley y Justicia) está muy próximo a la extrema derecha, el señor Tusk es percibido internacionalmente como un hombre de centro. Este hombre de “centro”, que fue colocado en su puesto como presidente del Consejo Europeo por la señora Merkel, fue entrevistado por el “Financial Times” el 17 de julio del 2015 y dijo, entre otras cosas:

 

Este es el menos estridente. ¡Cómo serán los otros!

 

Por último tenemos al señor Tajani, de nacionalidad italiana, cuya trayectoria personal resulta muy llamativa. Hijo de militar, estudió derecho, pero al acabar la carrera optó también por las fuerzas armadas (Aeronáutica Militar). En esa época fue militante de un grupúsculo extraparlamentario que defendía la restauración de la monarquía Saboya.

Más adelante dejó la armada y entró como periodista en “Il Giornale”, donde la familia Berlusconi era el accionista principal. De ahí su vínculo con Silvio Berlusconi, que lo contrató para inventarse un nuevo partido (Forza Italia). Construida la estructura, Forza Italia se presentó a las elecciones generales y las ganó con facilidad, con el apoyo de la Liga Norte.

Tajani fue premiado con un puesto de diputado en el Parlamento Europeo. Sus intentos de volver a la política italiana fracasaron (tanto en las legislativas como en las municipales). Continuó pues su carrera política en la UE, ocupando cargos como comisario y europarlamentario. Lleva veintidós años viviendo del presupuesto de la Unión Europea. Como comisario de Industria tuvo un papel activo en un conflicto sucedido en Asturias con la multinacional Tenneco, que se resolvió con una restructuración de personal suave. También ayudó para que la Comisión no exigiera al gobierno español la recuperación de las ayudas fiscales concedidas a los astilleros (2013-2014). Todo esto explica que tenga en su haber diplomas y distinciones de varias instituciones españolas. También explica su mitinesco discurso anticatalán con motivo de los premios Princesa de Asturias concedidos este año. Contrario a la igualdad de género, al aborto e incluso a los métodos contraceptivos. ¡Vaya, una joya!

Estos tres son los altos directivos bien remunerados de la corporación (con carácter más o menos ejecutivo), aunque debemos fijarnos en el nivel siguiente, que son los representantes de la propiedad en el consejo de administración. Y, por este orden, tenemos a la señora Merkel, al señor Macron y a la señora May. Los dos primeros tienen una silla fija; la tercera ha dicho que se va, pero todavía está ahí.

La señora Merkel maneja bien su finca y muchos alemanes la prefieren a sus competidores. Ese manejo ha ido acompañado de la creación de los “minijobs” y sus consecuencias (no todo es alegría en Alemania). Hija de un pastor luterano, criada en la Alemania del Este, licenciada en física, disciplinada, trabajadora. Incapaz de salirse del guion. Hija política de Helmut Kohl. La figura más destacada de la familia popular europea. Asocia nacionalismo a nazismo, aunque es incapaz de distinguir entre un nacionalismo en busca del Estado propio (Catalunya) y un Estado rabiosamente nacionalista como el español. No ha tenido tiempo de pedir a sus ayudantes que analicen los orígenes de la manoseada constitución española. Si lo hicieran se darían cuenta de su error de diagnóstico.

El señor Macron era la “gran esperanza blanca”, después de unas presidencias a cual peor (Sarkozy y Hollande). Mis peores hipótesis se han confirmado (ver mi artículo del 29/junio/2017 http://www.alfdurancorner.com/articulos/LA-CAJA-VACIA.html ). El pueblo francés está en estado de shock. En poco tiempo ha superado a sus antecesores en negativo. Hace un par de años sólo lo conocían los más íntimos y algunos clientes de la banca Rothschild. Hoy casi todo el mundo sabe que aparte de una sonrisa prefabricada es un completo inepto. Es un producto de la sociedad del espectáculo, fabricado a medida, con la cinta bien puesta. Debería leer a su compatriota Guy Debord y así comprendería su auge y caída. Imagino que su talento se concreta en las finanzas internacionales. Mejor que lo deje cuando toque y regrese a su retiro dorado. Apoya al señor Rajoy, a cambio de pequeñas compensaciones sobre libertad de movimiento de personas. Sus comentarios sobre Catalunya denotan una absoluta ignorancia respecto al tema.

La señora May no ha resuelto su bipolaridad. Estaba en contra del Brexit y, por razones ajenas a su voluntad, ha tenido que manejar el proceso de desenganche de la U.E.  A la derecha del señor Cameron, estaría mejor en la Cámara de los Lores que con los Comunes. Va tan atareada que tampoco tiene tiempo para estudiar con un mínimo de rigor el contencioso Catalunya-España. También recuerda la importancia de la constitución española, desde una nación sin constitución. Curiosa paradoja.

Si cuando los líderes políticos catalanes piden que Europa los atienda y actúe como mediador en consecuencia, piensan en estos personajes, mejor que se olviden. No harán nunca nada por su cuenta y riesgo.

Sólo lo harán si los accionistas principales (BCE, banca privada, grandes multinacionales, hedge funds, compañías aseguradoras, fondos de pensiones, fondos de inversión, etc.) ven peligrar seriamente sus intereses. Y en la medida en que siga creciendo el aparato represivo del Estado (políticos  y líderes sociales encarcelados, políticos en el exilio, funcionarios procesados, maestros investigados, estudiantes expedientados), el mercado entrará en fase recesiva y la economía romperá su inestable equilibrio: caída del consumo y del ahorro, huelgas laborales, paros políticos, etc. Primero la catalana y, subsidiariamente la del resto del Estado, la de Europa y la del mundo globalizado. Recordemos el sabio proverbio chino que dice que “el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”. Y esto se dijo muchos siglos antes de que existieran las TIC’s.

Entonces y sólo entonces, el poder de verdad (no sus amanuenses) impondrá sus razones (las del gran capital) y exigirá un acuerdo entre las partes.

No hay que llamar a la puerta equivocada sino queremos perder el tiempo. En esa puerta no hay nadie.

Alf Duran Corner

 

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