KIERKEGAARD

Focus: Política
Fecha: 15/02/2008

El gran filósofo danés dejó escrito que “la vida se ha de vivir hacia adelante, pero sólo se comprende mirando hacia atrás”.

Esta reflexión debería imperar en los debates previos a la Convención Demócrata norteamericana. El juego de las primarias y los caucus tiene un componente artificioso y lúdico, que puede llevar a engaño.

Hay que elegir como candidato a quien se considere más capaz, con mayor experiencia política, más dispuesto a doblegar las barreras creadas por el nefasto período presidencial del señor Bush Junior.

Y esa persona es Hillary Rodham Clinton y no Barack Obama .

En la historia del partido demócrata se han cometido algunos errores crasos. Jimmy Carter venció en las primarias, fue nombrado candidato (en contra de la opinión de muchos “superdelegados”) y elegido presidente. Luego cometió algunos errores crasos, a pesar de su buena voluntad, y de su entrega.

Los estadounidenses le dieron la espalda y pidieron la presencia de un sheriff . Fue así como se le dio la oportunidad a Ronald Reagan .

Ahora que el tiempo ha transcurrido y los historiadores pueden ajustarse a los hechos, existe el convencimiento de que lo mejor que hizo el candidato John F. Kennedy fue elegir como compañero de ticket al senador Lyndon F. Johnson .

Los dos fueron presidentes de Estados Unidos, pero el legado del segundo fue mucho más impactante que el del primero, aunque sin apenas glamour. Obama recuerda a Kennedy . Si sabe esperar y supera su entusiasmo “adolescente”, podrá llegar a ser presidente de su país.

Ahora le toca a Hillary y, por qué no a un tandem Hillary – Barack .

Arrasarían.
Alf Duran Corner

 

« volver