LA CAIDA DEL IMPERIO

Focus: Empresa
Fecha: 19/12/2008

El senado norteamericano ha impedido, en un primer intento, la operación de “rescate” que el Secretario del Tesoro había propuesto para evitar la quiebra de General Motors. Volverán a negociar y al final los senadores republicanos cederán. Una vez más, el Estado más liberal del mundo, que lleva cincuenta años tratando de reducir el tamaño de los servicios públicos, utilizará los recursos económicos de todos los ciudadanos para ayudar a una empresa privada.

Lejos están los años en que General Motors (GM) era el símbolo por excelencia del capitalismo. A su alrededor se constituyó toda una iconografía de la América próspera, en la que todo era posible. Buick, Cadillac, Chevrolet, Opel, Pontiac, Vauxhall no eran sólo unas marcas de automóviles. Eran unos referentes sociales.

Los treinta años gloriosos que transcurrieron desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la primera crisis del petróleo, fueron años de mejora continuada para la entonces primera empresa del mundo. Empresa que no sólo fabricaba automóviles, sino material de guerra, hasta el extremo de que Franklin Delano Roosevelt la calificó de “arsenal de la democracia”.

La América de los teléfonos blancos, de las amables y divertidas comedias protagonizadas por Rock Hudson y Doris Day, tenía como fondo un coche de GM.

Tal era la simbiosis entre el país y la empresa que, cuando en 1953 el Presidente Eisenhower nombró al Presidente de GM (Charles Erwin Wilson) Secretario de Defensa de su gobierno, éste manifestó que siempre había pensado que lo que era bueno para el país era bueno para General Motors y viceversa. Y estaba en lo cierto, pues GM era el microcosmos más representativo de la sociedad estadounidense.

Y ahora todo se ha venido abajo. La caída era previsible, pues llevaba ya algunos años con problemas graves de gestión.

Y ésta es una mala noticia para Estados Unidos y para el mundo. En GM se fabrican cosas, forma parte de la economía productiva. No venden papeles, como sus colegas de la banca.

La caída de General Motors es el signo más relevante de la caída del Imperio Americano.
Alf Duran Corner

 

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