LA CALLE ES MIA

Focus: Sociedad
Fecha: 30/06/2006

Cuando el señor Fraga Iribarne ejercía de fascista oficial, en su calidad de ministro del Interior del gobierno de Franco, algunas manifestaciones acabaron siendo tiroteadas por la policía, con el consiguiente reguero de sangre.

Nunca se supo quien había dado la orden de disparar, pero al final en Vitoria (1975) hubo cinco muertos y varios heridos. Fraga (eran otros tiempos) se permitió encima chulear al personal bajo el slogan : “La calle es mía”.

Aquel mensaje ha calado hondo, pues treinta años después una nueva generación de desalmados se ha apoderado de la calle. La mayoría no lleva pistola, pero han hecho del espacio público su territorio privado.

Circulan a gran velocidad con sus motos trucadas y su aire agilipollado, impiden el paso por las aceras cuando les apetece, vociferan por cualquier cosa y a cualquier hora, beben sin control y esparcen sus miserias por la zona afectada, actúan con violencia y destrozan los bienes de la comunidad.

No son grupos marginales de barrios periféricos. Muchos de ellos son hijos de burgueses, que consideran que la escuela debe cuidarse de la educación de sus cachorros. Y la escuela no lo hace, porque ésta no es su misión.

Estamos produciendo una extraordinaria generación de cretinos, cuyos únicos “valores morales” son las motos, los móviles, los SMS, las drogas sintéticas y los “afterhours”. Sus canciones predilectas son el “cara al sol” de la camada negra y la opusdeísta “yo amo a Laura”.

Si alguna vez llegan a adultos (aunque lo más probable es que padezcan inmadurez estructural toda la vida) , tendremos que pensar en exilarnos.

El único consuelo es que cada cuatro años habrá un nuevo campeonato mundial de fútbol y esos días las calles quedarán desiertas.
Alf Duran Corner

 

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