LA ECONOMIA CHINA

Focus: Economía
Fecha: 01/10/2004

Hace apenas diez años, la economía china era la gran desconocida. Algunos la habían definido como el “gigante dormido”. Pues se ha despertado. Y de qué manera.

Deng Xiaoping había fijado los límites de actuación: un país comunista en lo político y capitalista en lo económico. Suena a utópico. Los historiadores del futuro darán su veredicto. Ahora es demasiado pronto para ello.

Pero la explosión económica ya está aquí. Veamos algunos datos:

· Desde 1980 la economía crece a una tasa anual media del 9%. En poco tiempo se producirá un fenómeno único: un cuarto de siglo de imparable y desbordado crecimiento.

· El 75% de todos los juguetes que se fabrican en el mundo proceden de China.

· La misma procedencia tienen el 29% de los móviles y el 58% de los vestidos.

· En términos de PIB, la aportación de la agricultura es sólo del 14,9%, frente al 32,4 de los servicios y al 52,7 de la industria.

· Los motores del PIB son el consumo privado y la inversión (41 y 42,6% respectivamente).

· Su principal proveedor es Japón, que junto a Corea y Taiwan (a pesar del contencioso político) suponen el 40,4% del total de las importaciones.

· Su principal cliente es Estados Unidos (21,1% del total de las exportaciones), seguido de Hong Kong (que es tratado estadísticamente como si no fuera China) y Japón.

· El crecimiento medio anual de la productividad en el período 1990-2001 ha sido del 9,8%, frente al 4% de Estados Unidos, el 3,5% de Alemania o el 3,4% del Japón.

· Su renta per capita en zonas urbanas ha pasado de 627$ en el 97 a 988$ en el 2002. En zonas rurales, de 362 a 417$.

· El valor de sus exportaciones en el 2.003 fue de 485.000 millones de dólares. Destacan por categoría de productos la maquinaria de oficinas y los equipos de tratamiento de datos (62 mil millones), la ropa (52 mil), los equipos de telecomunicaciones (45 mil), el equipamiento eléctrico (42 mil) y el calzado (13 mil). Muchos de estos sectores son intensivos en capital y no en mano de obra.

China, que en la actualidad es el principal territorio de la deslocalización industrial (en base a sus bajos costes laborales y a su eficiencia productiva), puede tener a medio plazo la capacidad de romper ese círculo vicioso. Su población exigirá más y lo hará desde la racionalidad de su credo ideológico. Y cuando China se mueva, el mundo capitalista lo notará.

Hay que leer más a Confucio y a los maestros del zen si queremos sobrevivir en el mundo que se avecina.
Alf Duran Corner

 

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