LA LOGICA INTERNA DE LA TASA TOBIN

Focus: Economía
Fecha: 05/03/2001

La globalización de los mercados financieros, que ha cobrado especial protagonismo en la última década, ha producido una sucesión de crisis económicas y financieras. Las bases estructurales de estas crisis han desarrollado un modelo repetitivo, que genera disfunciones en el sistema económico mundial y produce un alto coste social a los países afectados.

El factor clave de estas crisis ha sido el papel jugado por la especulación en divisas. Helen Hayward define la especulación como "el acto de comprar o vender con el propósito de beneficiarse de los movimientos de los precios y no para financiar el comercio internacional o adquirir activos financieros a un interés dado".

Estas crisis han sido especialmente devastadoras para los países en vías de desarrollo, impactando mayoritariamente sobre las clases más desfavorecidas (mayor desempleo, rebajas salariales, disparo de la inflación, recortes del gasto público). Los gobiernos y las instituciones internacionales han fracasado en sus propósitos de prevenir estas crisis (los primeros por su falta de autonomía en política económica y los segundos por su escasa voluntad política).

Desde el "efecto tequila" en México en (devaluación del peso, caída en un % de los salarios, cuarenta millones de pobres sobre una población de noventa y cinco), se ha ido extendiendo el síndrome especulativo (devaluación del rublo en Rusia en el , crecimiento del % en el desempleo, falta de fondos para los mínimos servicios sociales, retirada de fondos en el sudeste asiático, dolarización en Thailandia, explosión de la burbuja bursátil y de la burbuja inmobiliaria en Corea del Sur, Indonesia, Filipinas y Malasia, crisis de las bancas locales, drástica reducción del crecimiento del PIB, etc).

La palabra clave es inestabilidad. A modo de ejemplo, Indonesia creció el , % en su PIB en respecto al año precedente y en el su tasa fue negativa en un , %. La inflación era del , % en y pasó al , % en .

Al margen de la injusticia social que conlleva, esta situación no tiene sentido en la más pura ortodoxia económica, que se propone la gestión de unos recursos escasos.

Y todo esto sucede porque la contratación diaria de operaciones en divisas y derivados supone un movimiento de billones de pesetas (datos del facilitados por el Banco Internacional de Pagos), lo que es tanto como multiplicar por tres el PIB español del año (un día contra todo un año). Esos billones diarios circulan por el mundo sin ninguna limitación, gracias a las TIC´s y a la libertad de movimiento de capitales.

James Tobin, premio Nobel de economía, se anticipó a esta economía de casino y , en , propuso la creación de un impuesto sobre las transacciones en divisas no mayor del , %. En la actualidad se estima que el comercio mundial de bienes y servicios significa únicamente el % de la totalidad, correspondiendo el resto a operaciones especulativas. La lógica de Tobin, la lógica de un economista al que le preocupaba la quiebra del sistema, era preservar la política presupuestaria de los Estados, la planificación económica y la asignación de recursos.

Es básico comprender que Tobin no se proponía destruir el sistema sino preservarlo. Y este error de apreciación por parte de las instituciones económicas internacionales (FMI, Banco Mundial y OMC), que han bloqueado sistemáticamente cualquier intento de aplicación global y han sancionado las decisiones unilaterales y circunstanciales de algunos gobiernos (casos de Chile y Malasia), es el que ha creado mayor confusión.

En la hipótesis de Tobin, el , % enfriaría el movimiento especulativo y reduciría su imparable tasa de crecimiento (se trabaja en una banda de caída del - %) y los recursos generados se utilizarían para resolver una serie de prioridades sociales : alimentación, educación, vivienda, refugiados, deuda externa, sanidad, etc.

A nivel parlamentario se han conseguido algunas victorias morales (Can
Alf Duran Corner

 

« volver