LA SOLUCIÓN NETAYAHU

Focus: Política
Fecha: 19/06/2009

Ante las presiones del presidente norteamericano señor Obama y sus manifestaciones públicas pidiendo perdón por los errores cometidos por Estados Unidos en Oriente Medio (lo cual no deja de ser una ambigüedad), el jefe de gobierno de Israel ha hecho una declaración oficial sobre el conflicto árabe-israelí.

La música puede sonar bien a los oídos del señor Obama y a los de los judíos norteamericanos que se auto-perciben como progresistas, pero la letra es la de siempre, y la letra pequeña (como la de las pólizas de seguros) está plagada de trampas.

El Estado de Israel está dispuesto a “tolerar” (cuidado con la palabra) un Estado Palestino independiente, siempre y cuando reconozca al Estado de Israel (hasta aquí es una regla elemental de reciprocidad), se desmilitarice, no disponga de espacio aéreo propio, acepte la tutela israelita en todos los ámbitos, no pueda decidir sobre política exterior, abandone para siempre sus vínculos con Jerusalén, no interfiera en la continuidad de los asentamientos de colonos y un largo y detallado etcétera de despropósitos.

Quieren transformar a un teórico Estado Palestino en un batustán, siguiendo el modelo de los sudáfricanos blancos de la época del apartheid. Algunos comentaristas críticos del Estado de Israel han comparado el proyecto con un país como Andorra. Se equivocan. Gaza y Cisjordania son territorios donde reina la pobreza, la miseria, la humillación por parte del ocupante. Andorra sería un paraíso para los palestinos, con sus tiendas, su secreto bancario y sus pistas de esquí.

El ex-presidente norteamericano Jimmy Carter dijo recientemente: “Los palestinos son tratados más como animales que como personas”.

Pero a los judíos israelitas, en su gran mayoría, no les importa y consideran muy acertado el discurso de Netayahu.

Si Obama no aprieta de verdad, lo pagaremos todos.
Alf Duran Corner

 

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