LA TOZUDEZ DE LOS HECHOS

Focus: Política
Fecha: 21/11/2011

La buena noticia de las elecciones generales es que el invento de la España autonómica ha muerto. Guste o no guste, en el estado español hay tres naciones: España, Catalunya y Euzkadi. La primera ha de olvidar sus delirios de grandeza y redimensionarse a la baja si quiere subsistir. Las otras dos han de asumir el reto de decidir si quieren independizarse de verdad. El resto es folklore.

Quiero volver a repetir una vez más que los Estados/Nación que se consolidaron tras la Revolución Francesa (1789) han perdido su razón de ser. En algunos casos las fuerzas centrípetas los han hecho estallar. Y, cuando no ha sido así, las fuerzas centrífugas han acabado de rematarlos. Ni Catalunya está dispuesta a tolerar por más tiempo la sangría del déficit fiscal, ni la troika comunitaria va a permitir que se malbaraten los recursos económicos, propios y ajenos, en proyectos faraónicos carentes del mínimo sentido.

En España el trasvase de votos estaba cantado. Dado que los dos partidos mayoritarios comparten un acendrado nacionalismo español, al votante le es igual una etiqueta que la otra. Ahora el PP cambiará los cromos y el PSOE guardará sus banderitas. Cuando los tercios de Flandes asolaban media Europa, nadie les preguntaba si eran de derechas o de izquierdas.

Y de forma inmediata el señor Rajoy tendrá que hacer los deberes, incluidos los días festivos. A mi este señor me produce cierta pena, pues al margen de la retórica de sus repetidas palabras huecas, imagino que su escenario ideal sería pasar sus plácidas tardes en un casino gallego, fumándose un puro, tomándose un orujo y jugando al mus, en tanto que por las mañanas despachaba sus conocidos legajos como registrador de la propiedad.

Y es que la función del político profesional está de capa caída. No digo que esto sea bueno, pero es así. Sólo falta recordar las declaraciones de James Carville, que fue alto funcionario en la administración Clinton, cuando decía: “Solía pensar que si tuviese la posibilidad de reencarnarme, elegiría ser presidente del gobierno, el Papa de Roma o una estrella del béisbol. Pero ahora lo que querría ser es gestor del mercado de bonos. Puedes intimidar a todo el mundo”.

Alf Duran Corner

 

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