LA TRAICION DE LA PALABRA

Focus: Política
Fecha: 09/08/2000

Los italianos, siempre tan intuitivos, definieron el proceso de traducción como un camino reduccionista, en el que a cada paso dejamos una parte del mensaje original.

De ahí la expresión " traductor, traidor ".

No es propiamente que la nueva palabra nos traicione, sino que resulta prácticamente imposible que en el tránsito no perdamos parte de la esencia que el creador de la obra pensó y luego expresó en su soporte lingüístico.

El traductor interviene como intermediador y su éxito está en función de su capacidad para mantener el valor de la obra primigenia.

El concepto clave, tan de moda en la actualidad, es la creación de valor.

En la sociedad actual, los medios de comunicación cumplen el papel de intermediar entre los hechos reales y los hechos difundidos. Antes, cuando el poder mediático era menos relevante, los hechos se transmitían de forma sencilla, muchas veces de boca a oreja, y llegaban casi intactos al receptor.

Ahora los hechos se procesan, interpretan, califican y van cargados de aprioris, de medias verdades, de deseos, de frustraciones, de incompetencias.

Los medios no sólo no crean valor sino que minusvaloran todo lo que abordan.

Basta con tomar una noticia y sus datos objetivos, y luego contrastarla con la versión interesada de los medios.

Esa sí que es la traición de la palabra.
Alf Duran Corner

 

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