LOS "SORAYOS"

Focus: Política
Fecha: 05/11/2014

Se trata de una especie parasitaria con una larga tradición de asentamiento en los aledaños del poder, siempre dispuesta a encontrar vías procedimentales para justificar lo que convenga. La mayoría han estudiado derecho, aunque con el tiempo se han incorporado a la casta otros licenciados en ciencias sociales, con predominio de los procedentes de económicas y empresariales. Acostumbran a tener buenas notas y a comportarse conforme a los reglamentos. Al acabar sus carreras universitarias, hacen oposiciones a cualquier cuerpo del Estado, aunque la meta final es llegar a ser “altos funcionarios”. Si las ganan, saben (o sabían) que se han asegurado un salario para toda la vida. Algunos siguen la estela de sus padres y abuelos, que también ejercieron como probos funcionarios, aunque muchos en escalones inferiores. Es un ascensor social, pero dentro de una urna.

No les preocupa la ideología dominante del gobierno de turno. Son conscientes de que ellos, y sólo ellos, son los depositarios de todas las fórmulas, de los tecnicismos, de la letra menuda. Pueden ejercer de abogados del Estado, de fiscales, de jueces, de diplomáticos, de delegados administrativos, etc. Hay un rosario de posibilidades, una vez has entrado en la red. Manejan recursos ajenos, lo que les permite tomar riesgos que probablemente no tomarían si se tratase de su propia cartera. En el fondo, han vivido siempre de los contribuyentes. Es cierto que ellos también contribuyen, pero la prima que pagan es pequeña por las coberturas que tienen.

Si están adscritos a alguno de los partidos políticos mayoritarios, su carrera puede acelerarse hasta llegar a las cotas más altas. Cuando están allí, continúan con su lenguaje retórico, su hipocresía formal y su lealtad de clase.

Nacieron como funcionarios – eso sí, altos funcionarios - y se sienten orgullosos de ello. No se apartan ni un ápice del guión. Buscan la comodidad. Observan la lucha cotidiana de los otros para sobrevivir y piensan que han acertado en su elección.

Y es que en la calle hace mucho frío.

Alf Duran Corner

 

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