LAS AVENTURAS DEL CABALLERO DE GUINDOS

Focus: Economía
Fecha: 08/03/2018

El caballero de Guindos ha sido nombrado vicepresidente del Banco Central Europeo, en sustitución del señor Vítor Constancio, que era quien hasta ahora llevaba las maletas al siempre elegante Mario Draghi. El señor de Guindos asume este puesto con humildad, como corresponde a un miembro supernumerario del Opus Dei.

El punto fuerte del caballero de Guindos es su fluidez en inglés, que sin ser espectacular (como lo es el francés de la señora Gabriel), está a varios kilómetros por encima de la mayoría de sus compañeros de gobierno.

Aparte de sus conocimientos de inglés, se licenció en ciencias económicas en Cunef, un colegio privado adscrito a la Complutense. Luego, de acuerdo con la tradición castellana, hizo oposiciones y obtuvo plaza como Técnico Comercial y Economista del Estado. Una vez alcanzada la meta, uno ya sabe que puede emprender nuevos proyectos, pues si salen mal, podrá regresar al claustro materno, donde tienes la comida asegurada y el techo cubierto.

Y así lo hizo el caballero de Guindos, pues a los cuatro años dejó la Administración Pública y fichó por la sociedad de valores AB Asesores. Allí estuvo ocho años y en 1996 fue fichado por Rodrigo Rato, como Director General de Política Económica. Siguió ascendiendo y en el último gobierno Aznar fue nombrado Secretario de Estado de Economía.

Pero en el 2004 y ante la sorpresa general, sus amigos del PP perdieron las elecciones y se tuvo que buscar la vida (es un decir). Al año siguiente era profesor de la universidad de Navarra (Opus Dei) y desde allí pasó a presidir el banco de inversión Lehman Brothers (2006) para España y Portugal. En el 2008 estalló el escándalo de las subprime y el banco entró en fase de liquidación, dejando un agujero de 1.000 millones de euros en la zona del caballero de Guindos.

Recuperado del trance, se movió con rapidez y pasó a dirigir el Instituto de Empresa, además de colaborar con Price Waterhouse. Sus colegas le hicieron un hueco y entró en los consejos de Unedisa (El Mundo), Endesa y Mare Nostrum, por los que obtuvo una retribución anual de 450.000 euros. Siempre fiel a sus principios, mantuvo una presencia activa en la FAES.

Y en el 2011 fue nombrado ministro de Economía, puesto en el que no debía sentirse muy cómodo, como lo demuestra que al año siguiente el Financial Times lo nombrara el peor ministro europeo de economía.

Ahora ha superado el último obstáculo y a pesar de que la comisión económica del Parlamento Europeo no lo recomendó para la vicepresidencia del BCE, los ministros de economía de la eurozona, con el apoyo franco-alemán, han apostado por él.

En toda esta trayectoria, el caballero de Guindos ha dejado un rosario de huellas. Veamos algunas:

 

El caballero de Guindos, con su brioso corcel, entrará triunfador por la puerta del BCE, el sancta sanctorum financiero de la Europa comunitaria.

¿Todavía hay alguien en su sano juicio que cree que la Unión Europea es la solución?

Alf Duran Corner

 

« volver