UN ESTADO EN DESCOMPOSICIÓN

Focus: Política
Fecha: 12/11/2014

La fiesta de la democracia que ha supuesto el 9N a los ojos del mundo civilizado, ha caído como una losa sobre las clases extractivas del Estado Español, que han visto como sus amenazas, sus coacciones y sus intentos de chantaje no han podido impedir que los catalanes ejercieran su derecho al voto.

La cultura castellana, una cultura jerarquizada en la que prima el “ordeno y mando”, no es capaz de comprender otra realidad que el sometimiento. La “cruz y la espada” han tratado históricamente a sus ciudadanos como a siervos, a los que entretienen con alardes seudopatrióticos como “la roja”, el “toro de Tordesillas” o la “catalanofobia”. El montaje les ha funcionado y lo siguen explotando.

De ahí el contraste con una Catalunya vital e ilusionada que quiere desprenderse de ese Estado casposo, que hace aguas por todas partes. Veamos algunos de los boquetes abiertos:

• La Deuda Pública (la suma de los constantes Déficits Públicos) supera el 100% del PIB. Nunca se podrá devolver y cada vez costará más su refinanciación. El peso de los intereses será la principal partida de gasto en los presupuestos generales del Estado, lo que redundará en una reducción de las prestaciones sociales.

• Las inversiones en infraestructuras (ministerio de Fomento) mantendrán su sesgo ideológico, y seguirán en contra de la racionalidad económica. Al no ser mínimamente viables, los activos físicos se irán deteriorando.

• Las grandes empresas de obras públicas asegurarán sus buenas conexiones con su principal cliente (el Estado), quien les continuará encargando proyectos dentro de su programa de esencias megalomaníacas.

• Los pocos grandes bancos que queden (después del bien orquestado proceso de limpieza) utilizarán sus credenciales de “azar moral” y seguirán jugando al casino, sabedores que son “demasiado grandes para quebrar”, en un cínico maridaje con el Estado, al que comprarán Deuda Pública a cambio de protección.

• Los oligopolios privados, con sus consejos de administración nutridos de políticos bien remunerados, aplicarán sus tarifas “reguladas” y utilizarán sus excedentes para sus aventuras internacionales, sobre las que alardearán como “campeones de la competitividad”.

• La renta disponible por habitante continuará con su tendencia a la baja, y las desigualdades se extremarán, con la consolidación de una clase media de pobreza vergonzante.

• El trabajo de los jueces honestos (que los hay), que instruyen sumarios interminables, se verá superado por el incremento acelerado de la “tasa de corrupción”. España seguirá liderando ese ranking, junto a países como Sudáfrica, Rumania, Siria o Chipre.

• La eficacia de las medidas judiciales contra los casos de corrupción será nula, como lo expresa el hecho de que sobre 1.700 causas abiertas y 500 políticos imputados, sólo hayan sido condenados 20, que gozan además de unas condiciones penitenciarias especiales.

• La cúpula política (no sabe, no contesta) seguirá surfeando las olas provocadas por el temerario trabajo del juez Ruz (cuentas en Suiza, sobresueldos a dirigentes del PP, campañas electorales financiadas, obras en sedes sociales, todo ello pagado con dinero negro procedente de empresarios a cambio de favores). Acabaremos olvidándonos del señor Bárcenas, aquel querido tesorero del partido al que el presidente del gobierno central (señor Rajoy) envió un sms en abril del 2012 con el mensaje: “Luis. Lo entiendo. Se fuerte... nada es fácil, pero hacemos lo que podemos. Ánimo”.

• La cúpula empresarial (CEOE y sucedáneos) - que tiene a un ex-presidente en la cárcel (señor Díaz Ferrán) y a un vicepresidente (señor Fernández) en entredicho, por sus problemas con Hacienda, la Seguridad Social y el uso de las ya famosas “tarjetas opacas” de Cajamadrid - proclamará lo bien que va España y obtendrá subvenciones con cargo a los presupuestos generales del Estado.

• La cúpula jurídica tendrá dificultades para parecer independiente. Hay que reconocer que es prácticamente imposible. En la actualidad tiene al frente del Tribunal Constitucional al señor Pérez de los Cobos, que figuró en su día en la lista de donantes y afiliados del Partido Popular, y cuyo padre se presentó a las elecciones de 1977 como candidato de la “Alianza Nacional del 18 de julio”. El segundo actor es el señor Carlos Lesmes, presidente del Tribunal Supremo, que también es presidente del Consejo General del Poder Judicial. Lesmes, de talante pretendidamente liberal, manifestó que a los jueces “se les controla con el palo y la zanahoria”. Durante ocho años ocupó altos cargos en el ministerio de Justicia del gobierno Aznar. El tercer eslabón de la cadena es el Fiscal General del Estado señor Torres-Dulce. Su padre fue magistrado del Tribunal Supremo y su tío presidente del Tribunal de Orden Público, durante la dictadura franquista. Es conocida su afición al cine, por lo que ha colaborado en Libertad Digital, plataforma mediática del conocido ultraderechista señor Jiménez Losantos.

• La oposición política, representada por el PSOE, seguirá en caída libre, arrastrando contenciosos muy complicados, como los ERE’s de Andalucía, donde se estima que el importe defraudado asciende a 1.400 millones de euros. Su jefe de filas señor Sánchez (bellas camisas blancas) mantendrá su discurso vacío de contenido y venderá una España federal, en un país sin federalistas. Su colega señora Díaz utilizará la demagogia como recurso habitual, tono en el que se siente cómoda. Sus delegaciones de ventas en las provincias celebrarán haberse conocido. El circunspecto señor Iceta actuará como liquidador.

• Las televisiones públicas y privadas mantendrán entretenido al personal, con sus programas basura y sus tertulias barriobajeras, bien nutridas de personajes elegidos escrupulosamente entre los colectivos más reaccionarios.

Este es el escenario actual y el futuro predecible. El que se sienta cómodo, que se quede. El resto, ya sabe dónde está la puerta. Y cuanto antes, mejor.

Alf Duran Corner

 

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