Gracias a las universidades, la Edad Media fue una época de grandes descubrimientos científicos y técnicos...

Gracias a las universidades, la Edad Media fue una época de grandes descubrimientos científicos y técnicos. Entonces se inventó el arado de tiro, que reemplazó, con grandes ventajas porque labraba el campo a mayor profundidad, al antiguo arado sin juego delantero. Se inventó la chimenea; por muy curioso que pueda parecer, los romanos no la conocían y ahumaban sus palacios con los braseros. De ese invento procede la costumbre de censar a la población por medio del número de chimeneas: los “fuegos”. Se inventó la rotación de cultivos, que consistía en alternar los cultivos según la largura de las raíces.

La agricultura medieval se reveló muy productiva, mucho menos “frágil” que la antigua. El arnés permitió utilizar la fuerza de los caballos, que los antiguos enganchaban del cuello; por eso no podían tirar sin estrangular a los animales. El estribo transformó la caballería ligera de la Antigüedad en caballería pesada, permitiendo al jinete (caballero) cargar sin caer de la montura.

La Edad Media tomó de los chinos la brújula y la pólvora. Fundió los primeros cañones. Si existió un milagro griego, también se puede hablar del “milagro medieval”.

La Edad Media fue superior a la Antigüedad en lo que se refiere a los derechos del hombre. Seguía existiendo la esclavitud, pero ya sólo era marginal. Contrariamente a las ideas que hemos recibido, los campesinos –los siervos- no eran esclavos: tenían muchas obligaciones, pero también derechos. La mayoría de los hombres de la Edad Media eran hombres libres.

Pero, fundamentalmente, la cristiandad medieval inventó a la mujer en el siglo XIII.

La idea de cortesana, de amor cortesano, procede de la corte de las fortalezas. Los caballeros habían aprendido a “hacer la corte” a las mujeres, a seducirlas, a obtener sus favores; la violación se había convertido en un acto despreciable. Las novelas de caballería están ilustradas con amores platónicos, desde Lanzarote del lago hasta Don Quijote .

Aquí tenemos la primera civilización en que la mujer realiza estudios. Ya no sirve la mesa de los hombres, la “preside”. Incluso llega a designar a los vencedores de los “torneos”. Todo caballero se siente obligado a “rendir honores” a la “dama de sus pensamientos”. Por fin se escriben cartas de amor entre hombres y mujeres.

Además, la Iglesia pretende prohibir el matrimonio precoz. El griego antiguo, ya lo hemos dicho, se casaba con una cría de trece años sin cultura alguna. Un importante hombre medieval lo hacía con una chica de su edad, a menudo culta. Hemos subrayado que, fuera del mundo judeo-cristiano, la mujer estaba, y aún hoy lo está, oprimida. En el islam se la cubre con un velo (y el matrimonio en la pubertad es una norma), y en China se la mata siendo aún bebé.

 

Fuente: Toda la historia del mundo. Jean-Claude Barreau y Guillaume Bigot. Punto de Lectura. Madrid. 2006.

 

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