La gran pregunta es: ¿cómo salir del <i>impasse</i> en el que se hallan sumidas actualmente la economía y la sociedad con el menor coste posible?...

La gran pregunta es: ¿cómo salir del impasse en el que se hallan sumidas actualmente la economía y la sociedad con el menor coste posible? Lo primero: reconocer dónde nos hallamos, en qué punto se encuentra la economía mundial, la sociedad planetaria; asumir el cáncer.

Esta crisis -todas las crisis que como esta lo son- son cánceres y, como tales, sus procesos son equivalentes a las evoluciones de un carcinoma. Primero se niega, y eso es lo que sucedió en la primera parte de la precrisis, entre septiembre del 2007 y mediados del 2008. Luego se dice que algo puede haber, pero que es benigno y con ciertos remedios se subsanará el problema, y así pasó entre septiembre del 2008 y mayo del 2010: entre la quiebra de Lehman Brothers y la cumbre del Consejo Europeo del 7 de mayo. Durante esos meses, de una forma o de otra, se inyectaron salvajadas de dinero en la economía a fin de arreglar los problemas: el 29% del PIB en los países desarrollados.

Después, en la reunión de mayo, se reconoció que el remedio no había funcionado y que había que extirpar algún módulo o algún pólipo, que es lo que estaba ocasionando los problemas, y así se está haciendo desde ese día de mayo a través de los recortes y reducciones de gasto público y con los aumentos de impuestos, a fin de eliminar el megadéficit que el remedio anterior causó. (En Estados Unidos, y aunque saben que toca entrar en la fase tres, de momento quieren continuar con más de la fase dos, porque el resto del mundo se lo permite debido a que son los únicos que imprimen unos papeles que se llaman dólares que aún sirven para muchas cosas.) Evidentemente, la fase tres, en la que todavía estamos, ni cura ni arregla nada, sólo agota y baja las defensas, porque una sangría nunca ha curado un cáncer (ni prácticamente ninguna otra cosa). Pero a mediados del 2011 aún no se ha admitido que eso es así.

A partir de julio, a medida que se ha ido disponiendo de toda la información, a medida que se vaya produciendo la concienciación de que el cáncer ya está instalado dentro del modelo, se irá admitiendo que ese modelo ya no es viable. Por ello es lógico pensar que todos los actores se irán sentando alrededor de una mesa y que irán poniendo encima de la misma toda la porquería que acumulaban, toda la deuda que no podían pagar, todos los compromisos que no podían atender, y que eso lo llevarán a cabo unos técnicos, no los políticos.

Y entonces, ¿qué? Entonces habrá que actuar. El problema estriba en que aún no existe una única postura perfectamente delimitada, una única tendencia definida; el problema es que aún estamos en la fase prueba y error: se habrá asumido que el modelo ya no es viable, sí, pero habrá que encontrar el tratamiento idóneo para afrontar la transición hacia un nuevo modelo.

 

Fuente: Más allá del crash. Santiago Niño-Becerra. Los libros del lince.Barcelona.2011.

 

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