Les recuerdo que la estética <i> zoom </i> es un modo de valorar el instante, lo pequeño, rescatándolo de la trivialización y la costumbre...

Les recuerdo que la estética zoom es un modo de valorar el instante, lo pequeño, rescatándolo de la trivialización y la costumbre. Nuestra inteligencia tiene dos dinamismos opuestos. El cognoscitivo va hacia lo abstracto, porque necesitamos utilizar conceptos generales para manejar una información abrumadora. Los mil y un tigres que llenan de luz y agilidad la espesura se convierten en el tigre de los libros de zoología. La abstracción es un recurso práctico. El otro dinamismo, sentimental, estético, afectivo, se detiene en el matiz, capta la individualidad. El trigo de Van Gogh es su trigo, distinto del de Millet o cualquier otro pintor. Para el contemplativo, la realidad no se convierte en rutina porque cambia incesantemente, como cambiaba el paisaje para Monet, como cambia el fuego. Los místicos de la ortodoxia griega dicen que ven “la llama de las cosas”. Y por eso las rodeaban de un halo de luz, como a las cabezas de los santos. Tal vez los sintoístas descubran un dios en cada cosa pequeña, cuando dicen que hay más de ochocientos mil dioses.

 

Fuente: Memorias de un investigador privado. José Antonio Marina. La Esfera de los Libros. Madrid. 2003.

 

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