Russell dominó el panorama de la filosofía inglesa durante aproximadamente una década...(Cryan/Shatil/Mayblin)

Russell dominó el panorama de la filosofía inglesa durante aproximadamente una década, hasta que un judío austríaco, Ludwig Wittgenstein (1889-1951), renunció a una carrera de ingeniería para convertirse en alumno suyo en 1912. Estando en servicio activo durante la Primera Guerra Mundial, escribió la primera de sus dos obras fundamentales: el Tractatus Logico-Philosophicus. Éste concebía la filosofía como un análisis de la estructura lógica oculta, con ataques definitivos a Frege y a Russell. Su principal interés fue comprender la relación entre el lenguaje, la lógica y el mundo.

Leyó que en los tribunales de justicia parisinos se utilizaban maquetas de coches para representar la posición de los vehículos en los accidentes de tráfico vial. Eso le dio una brillante idea.

Lo que cualquier figura ha de tener en común con la realidad para ser capaz de representarla es la forma lógica: la forma de la realidad. Para Wittgenstein, la lógica era algo que deben tener en común el mundo y el lenguaje. So el lenguaje puede usarse para representar el mundo es sólo porque tiene algo en común con el mundo. Por tanto, si nuestras oraciones poseen un significado, es sólo gracias a la lógica.

Una figura que carece de forma lógica no representa nada en absoluto, del mismo modo que una pintura abstracta de Pollock o de Rothko no representa la realidad.

«Se dijo en otro tiempo que Dios podría crearlo todo a excepción de cuanto fuera contrario a las leyes lógicas. De un mundo “ilógico” no podríamos, en rigor, decir qué aspecto tendría.»

 

Fuente: Lógica para todos. Dan Cryan/Sharron Shatil/Bill Mayblin. Ediciones Paidós Ibérica.Barcelona.2005.

 

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