Y tras la decodificación sensorial y la construcción de un percepto, léase el reconocimiento consciente de estar viendo una manzana, esta información...

Y tras la decodificación sensorial y la construcción de un percepto, léase el reconocimiento consciente de estar viendo una manzana, esta información llega a nuestro cerebro emocional. Ésta es una de las funciones más profundamente ancladas en el cerebro desde que éste comenzó su andadura hace muchos millones de años. Las raíces de los códigos emocionales del cerebro son tan profundas que bañan y alimentan todas sus demás funciones. Efectivamente, la información pasa a ese otro cerebro dentro del cerebro que llamamos sistema límbico, donde se le imprime un valor, una etiqueta de bueno o malo y es de este modo que el mundo que hemos construido se hace personal. Ahí, en ese cerebro límbico, es donde todo empieza a adquirir un “tinte” único para el individuo. Porque es en ese cerebro emocional donde hemos venido tejiendo, a lo largo de nuestra vida desde el nacimiento, nuestro sentimiento más profundo, más real y sentido de nosotros mismos y de todo lo que nos rodea. Es ahí donde abrimos la puerta de nuestra individualidad, adquiriendo el verdadero conocimiento que nos sirve para seguir vivos.

 

Fuente: Continuum. ¿Cómo funciona el cerebro?. Francisco Mora.

 

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