DEUTSCHLAND ÜBER ALLES

Focus: Política
Fecha: 04/10/2021

Si obviamos la naturaleza romántica del discurso y nos quedamos con su significado directo, resulta evidente que el actor pone a Alemania como única prioridad.

En este caso el actor es femenino al quedar personificado en la cancillera  Angela Merkel, que tras dieciséis años de gobierno ha decidido pasar a la reserva. Su legado es muy claro: Alemania por encima de todo. ¿Qué Alemania? La que ella tenía en la cabeza desde que entró en política como ciudadana entonces de la Alemania del Este: una Alemania trabajadora, disciplinada, ahorradora, amante del orden,  poco dada a la fiesta, severa y persistente.

Angela Merkel ha cubierto cuatro legislaturas, período solo superado por su tutor Helmut Kohl, artífice en 1990 de la reunificación alemana. Un tutor que la protegía y al mismo tiempo la trataba como “esa chica”, en una manifestación expresa de su talante machista. Kohl la fichó pronto como ministra de “las mujeres y la juventud” y más tarde como ministra del “medio ambiente”. Pero cuando se produjo el escándalo financiero del partido (1999), que afectaba directamente al propio Kohl, fue ella (“esa chica”) la que le pasó factura con un artículo en la cabecera del “Frankfurter Allgemeine Zeitung” (el principal diario conservador alemán), en el que pedía directamente su renuncia como presidente honorario del partido.

Esa atrevida posición, en un partido avejentado, la catapultó hacia la cumbre y en el 2005 era elegida cancillera. Previamente (1998) había alcanzado el puesto de secretaria general del partido (CDU) a nivel federal y al año siguiente asumió el liderazgo.

En su historia personal hay algunos aspectos llamativos que conviene recordar. Nació en Alemania Occidental, pero cuando su padre (pastor luterano) fue destinado a una zona de Alemania Oriental, se desplazó con su familia.

Será por eso que además de su licenciatura en física y de su doctorado en química cuántica, domina el idioma ruso como segunda lengua. Otro aspecto importante de su pasado es el hecho de haber vivido parte de su adolescencia y primera juventud en un Estado policial, la ha hecho poco dada a socializarse, a no ser que se vea obligada puntualmente. Lo anterior se cierra con haberse movido en un círculo cerrado de amigos y colaboradores, experiencia que conocemos bien los que transitamos en nuestra juventud en aquella España fascista nacional-católica en la que la delación te podía llevar a la tortura y a la cárcel.

Angela Merkel es un personaje opaco, que se impone una severidad en las formas que le resulta muy cómoda. Detrás de la imagen construida sabiamente por sus colaboradores de líder del “mundo libre” (etiqueta que al parecer no es de su agrado), lo cierto es que el partido socialdemócrata alemán (SPD) le hizo el trabajo previo al desplazarse hacia la derecha y confluir con su opositor (la alianza cristianodemócrata CDU-CSU), que Merkel había movido también hacia el centro. De aquí surgió la gran convergencia política que ha hecho de Alemania un país sin más alternativas que los partidos minoritarios, con posiciones ideológicas fuertemente discrepantes.

Este pragmatismo político ha creado escuela en buena parte de Europa, haciendo de los partidos mayoritarios simples marcas comerciales sin diferencias apreciables. Es lo que ocurre en el Estado español, donde PP y PSOE son cada vez más parecidos (aunque simulen enfrentamientos verbales), con un tronco común reaccionario de matriz castellana y absolutista. La Alemania reunificada es más civilizada y no da cobijo a las estridencias de los países del sur.

Pero como apuntan los más finos analistas, a Angela Merkel hay que juzgarla más por lo que ha hecho que por lo que ha dicho (extremo que debería ser común a la hora de juzgar a alguien). Angela Merkel criticó la anexión de Crimea por parte de la Federación Rusa (yo le llamo retorno), pero ha asegurado la puesta en marcha del gasoducto Nordstream/2 procedente de esa Federación, que resuelve el suministro energético para Alemania. Merkel cuestionó la deriva autoritaria de Xi Jinping y al mismo tiempo tiene muy claro que es su segundo mercado tras el sumatorio de la Unión Europea. Merkel abrió las puertas a millares de refugiados procedentes de Siria, Irak, etc. y pactó luego con el presidente Erdogan el “almacenamiento del sobrante” en su territorio, tras el pago de los honorarios correspondientes. Merkel prometió el desmantelamiento de las plantas nucleares a medio plazo, sin darse cuenta del automático crecimiento del consumo de carbón y de sus consecuencias sobre el medio ambiente. Merkel vendió la conveniencia de mantener a Grecia en la Unión Europea y en la Eurozona, pero impuso unas drásticas medidas fiscales y económicas a aquel país porque conocía que la banca alemana saldría muy perjudicada si Grecia se declaraba en quiebra. Merkel fue informada de la respuesta violenta y desproporcionada del gobierno Rajoy al referéndum en Catalunya y se limitó a describirla como un conflicto interno.

Los alemanes tienen la suerte de ser ciudadanos de un Estado Federal, donde los lands gozan de una autonomía real y en muchos campos se limitan a atender las sugerencias del gobierno central, para luego hacer lo que creen conveniente. Además, con ciertas dificultades, Alemania ha llegado a constituir de verdad un Estado Democrático de Derecho, donde los poderes ejecutivo, legislativo y judicial actúan en campos separados y defienden su integridad.

Ni santa, ni mártir. Una luterana que tiene muy claro que “Deutschland über alles”. La partitura está escrita, gobierne quien gobierne a partir de ahora.

 

 

Memorial per als desmemoriats
Alf Duran Corner

 

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