FELIZ AÑO NUEVO
Focus: Política
Fecha: 04/01/2024
Si le quito la cáscara que supone una frase tópica carente de sentido, me quedo con un deseo personal de felicidad, envuelto en un ropaje de fuerza y coraje, para tres ciudadanos que me merecen un respeto especial: Miriam Nogueras, Joseba Asirón y Laura Borrás. Y no es porque coincida necesariamente con el conjunto pormenorizado de su proyecto político, pero sí con el núcleo esencial que lleva a la independencia de Catalunya y de Euskal Erria.
Miriam Nogueras es una luchadora nata. Lleva tiempo demostrándolo en un terreno pantanoso y sórdido, como es la capital del Estado. Hay que ser muy valiente para aguantar los insultos, amenazas y vejaciones constantes que recibe a diario. Es consciente de que no puede acudir a la Administración Pública para que le echen una mano y la defiendan. Las siempre citadas “fuerzas y cuerpos de seguridad” no están para esto. El periodismo canalla, que forma parte estructural del “Estado Profundo”, no hace otra cosa que envalentonar a la chusma en el mismo sentido. Tampoco puede contar con el “sistema judicial” (fiscales, jueces, abogados del Estado). Son sus enemigos naturales. Es catalana, es mujer y es independentista. Y en este contexto ha tenido la valentía de denunciar públicamente el juego sucio de algunos jueces y juezas (con nombres y apellidos) que han utilizado leyes a su antojo para ajustarlas a una ideología reaccionaria - heredera de una concepción absolutista del Estado - y acabar con sus oponentes políticos deslegitimando sus derechos y libertades. De hecho no es ninguna novedad. Lo han hecho siempre. Lo tienen incrustado en su ADN. Ahora le llaman “Lawfare”, que resulta más moderno. Endavant Miriam.
Y ya que nos referimos a esto último, merece la pena citar el caso de Laura Borrás como ejemplo de esa práctica canalla para hacer desaparecer a un contrincante político. Ella ha sido receptora de esa insidiosa manera de apartar al contrario. Años atrás la hubieran fusilado (no tantos años atrás), pero ahora no queda bien en una Europa algo menos decadente. Borrás no es la única que de una manera burda y grasienta ha sido condenada sin ninguna base. Si uno tiene la paciencia y la voluntad de leerse el documentado y riguroso informe técnico-jurídico que han redactado David Ros i Serra y Isidre Llucià i Sabarich, los dos con más de cuarenta años en los servicios de control de la Administración Local, en calidad de interventores y secretarios, se dará cuenta de la estafa. Los cargos contra Laura Borrás no tienen ningún fundamento. La han señalado con el dedo y basta. Y lo más grave es que esto ha sucedido en Catalunya, donde era previsible que los representantes de las fuerzas de ocupación la condenaran. Están para esto. Lo que no podía esperarse es la lectura perversa que han hecho del tema las cabezas pensantes (es un suponer) de algunos partidos políticos que se declaran independentistas (como ERC y la CUP) y de su corte de paniaguados. Que el PSC-PSOE y En Comú Podem barran para casa es normal. Son españoles que viven en Catalunya y su conducta es coherente con este pedigrí. Laura Borrás es mucha mujer para barrerla con facilidad. Bravo Laura.
El tercer ciudadano a felicitar con especial afecto es Joseba Asirón. No le conozco pero sé muy bien quién es. Su padre Miguel Angel (Mikel) fue nuestro hombre en Navarra, cuando yo dirigía una profesionalizada red comercial en el sector de la química industrial. En Joseba veo los valores de su padre, su abierto talante, su tenacidad, su orgullo euskalduno. Que el PSOE le haya dado su apoyo en la alcaldía de Pamplona por razones de compensación política en el gobierno del Estado, no es lo más relevante. Lo importante es que la capital navarra esté en manos del proyecto vasco. Ya se ha visto la reacción en la calle de los herederos de Montejurra (UPN, PP y allegados) que se han visto desplazados de su cortijo particular. Estaría bien que la exalcaldesa cumpliera su amenaza y se pusiera a limpiar escaleras. Se sentiría aliviada. Por su aspecto no creo que haya limpiado nunca nada. Y a ver si de una vez por todas se acaba la monserga de la utilización política de “las víctimas del terrorismo”. Muchos y muchas llevan años viviendo de ello, y viviendo muy bien. Porque víctimas del terrorismo las hubo en las dos partes y la parte más oscura e indigna fue la llevada a término por las fuerzas de seguridad del Estado. Hay que recordar a los desmemoriados que según el Instituto Vasco de Criminología entre 1960 y 2015 sufrieron torturas “oficiales” 5.379 personas en todo el espacio geográfico de Euskal Erria, de las que 1.068 correspondieron a Navarra. Ahora que muchos catalanes exigen la transformación de la comisaría de Vía Layetana de Barcelona en un centro para recoger la memoria histórica y la interpretación de la represión política y la tortura, no estaría de más que hicieran algo parecido con el tétrico cuartel de Inchaurrondo, a las afueras de San Sebastián. Aurrera Joseba.
Un sentido y profundo “Feliz Año Nuevo” Miriam, Joseba, Laura. Os lo merecéis de buen grado. Se me dirá que de una forma u otra los tres han cedido y han dado su conformidad para apoyar la investidura del señor Sánchez Pérez-Castejón (el reputado mentiroso compulsivo), pero hay mucho en su haber personal para que ahora solo nos centremos en su debe.
