PUÑOS Y PISTOLAS
Focus: Política
Fecha: 16/09/2013
Es la misma dialéctica que de una forma velada utiliza el gobierno del Estado, con su juego sucio, su verborrea imperialista, sus falsedades, sus insinuaciones, su bastardía. La misma que los caciques históricos del primer partido de la oposición sacan de tanto en tanto del armario para dar rienda suelta a su ancestral rechazo.
La misma que domina en los medios de información españoles (a la derecha y a la izquierda del espectro,arriba y abajo del territorio) que no aceptan el hecho diferencial catalán y tratan de anularlo con sus vómitos. Fomentan, como han hecho siempre, el odio hacia otra cultura, otra lengua, otra manera de estar en el mundo.
La misma que la Conferencia Episcopal del credo católico transmite a través de todos sus canales, saltándose los más elementales principios éticos, sin importarles el impacto que tales mensajes puedan causar entre sus propios fieles honestos, que también los hay.
Históricamente no han hecho otra cosa: violencia, intransigencia, ortodoxia. Lo hicieron con las colonias americanas, con las europeas, con las residuales africanas. Catalunya es la última que les queda. Por poco tiempo.
El tsunami catalán los ha barrido. El pasado 11 de septiembre los catalanes dieron, una vez más, una muestra de civismo, de solidaridad, de cohesión, de sana alegría, de respeto por las libertades. Y la dieron no sólo en Catalunya, sino en todo el mundo. En las antípodas del estilo español dominante: chulesco, barriobajero, agresivo. No tenemos nada que ver con ellos.
Se acabó. No hay encaje posible.
