SOPA DE LETRAS

Focus: Política
Fecha: 15/07/2016

Las últimas elecciones al Parlament de Catalunya (septiembre 2015) dieron un resultado favorable a las opciones independentistas, que consiguieron 72 diputados de los 135 posibles (mayoría absoluta). Esas opciones eran agrupaciones de partidos, en un caso, y de pequeños clubs políticos (por utilizar la taxonomía francesa) en el otro. Junts pel Sí estaba formado por Convergència, Esquerra Republicana, Demòcrates de Catalunya y otros partidos menores. La CUP está formada por Poble Lliure, Endavant-OSAN, Arran, SEP-C, Cos, En Lluita, etc.  Detrás de la plataforma Junts pel Sí había la voluntad de agrupar y cohesionar el voto independentista; detrás de la CUP había, y hay, por encima de todo, un voto anticapitalista y luego, si cabe, independentista. De ahí que esa mayoría en el Parlament chirríe algunas veces.

Las últimas elecciones al Parlamento del Estado (junio 2016) han dado en Catalunya un resultado favorable a una coalición de partidos, tendencias y grupos denominado “En comú Podem con 12 diputados, seguida por Esquerra Republicana con 9 y Convergència Democràtica con 8, PSOE con 7, PP con 6 y Ciudadanos con 5. La CUP no se ha presentado. La mayoría de los medios (tanto a nivel español como a nivel catalán) han sentenciado que el “derecho a decidir” le ha podido a la “independencia”, lo cual es aritméticamente falso (9 + 8 = 17. 17 es mayor que 12).

Al margen de los intereses bastardos de los representantes del nacionalismo español y de las limitaciones analíticas de algunos comentaristas locales, hay que recordar que estas últimas elecciones eran para elegir un parlamento español, parlamento que muchos catalanes entienden que no les representa. O sea, que aquí no hay más ganador que la abstención (34,39%).

Dicho esto, tratemos de averiguar qué hay detrás de unas siglas. Porque poner un código atractivo a un colectivo de ciudadanos es algo fácilmente solucionable para un publicitario despierto. Otra cosa es llenar de contenido esas siglas.

En el caso de Junts pel Sí no era preciso darle muchas vueltas. La plataforma era explícita: se juntaban para conseguir el sí a la independencia. Era tautológico. La Candidatura d’Unitat Popular (CUP) apostaba por la unidad del pueblo, concepto vago y difuso que sirve para todo y no sirve para nada. Quizás por ello su comportamiento político es errático.

Vayamos ahora a una plataforma que parece tener deseos de continuidad: “En Comú Podem”. El nombre elegido es una construcción algo extraña en clave morfológica, aunque dando un rodeo podemos colegir que es la representación simbólica del pueblo solidario (el Comú) que, unido, puede conseguirlo todo.

El “poder” viene ratificado por la inclusión de “Podemos” en versión catalana. Vemos pues que hay una línea directa entre la “CUP” y “En Comú Podem: el poder del pueblo y para el pueblo. De nuevo generalidades. Cualquiera podría firmar esto.

Pero dejemos los juegos de palabras y entremos en el análisis estructural del grupo de moda: “En Comú Podem”. ¿Qué hay detrás de esta etiqueta? 

En función de su historia y militancia, podríamos ordenar los grupos que la componen. En primer lugar tenemos Iniciativa per Catalunya Verds” (ICV), un  partido creado en 1987 por la fusión del PSUC (el único partido relevante en Catalunya durante el franquismo, operando en la clandestinidad), Entesa dels Nacionalistes d’Esquerra y Partit dels Comunistes de Catalunya.

En segundo lugar está “Esquerra Unida i Alternativa”. Un partido nacido en 1998, escindido de ICV, al haber roto previamente esta última sus vínculos con Izquierda Unida. A pesar de ello, en ocasiones se han presentado en coalición con ICV.

Luego aparece Podem, que es la delegación de ventas de “Podemos”  en Catalunya. Este último es un partido nacido en 2014, cuya notoriedad explosiva hubiera sido imposible sin la existencia de las tertulias televisivas y de las redes sociales. Por su juventud, es todavía un partido en formación, con estructuras poco definidas. En el caso de Catalunya, el embrión es todavía más precario.

Equo” y “Pirates de Catalunyason dos partidos marginales, invitados a la fiesta. El primero es una fundación ecologista próxima a los postulados de “los verdes” europeos. El segundo es un movimiento internacional bastante confuso que defiende varias cosas inconexas, como la democracia directa y la reforma de los derechos de autor y patentes.

Por último tenemos Barcelona en Comú que es una plataforma ciudadana, liderada por activistas procedentes de otra conocida plataforma (Afectados por la Hipoteca), que en el 2015 ganó sorprendentemente la alcaldía de Barcelona, al obtener un escaño más que Convergència & Unió. En “Barcelona en Comúestán representados todos los citados anteriormente, con la excepción de Podem y la inclusión de Procés Constituent, otro pequeño grupo alternativo.

Vemos pues que detrás de “En Comú Podemhay muchos actores de procedencia diversa, la mayoría con estructuras poco definidas (con la excepción de los herederos del PSUC), a quienes han votado muchas personas sin tener plena conciencia del proyecto que votaban. Lo más probable es que supieran contra quien votaban, porque, saber a quién, era mucho más difícil.

Todo resulta vaporoso, evanescente. Eso sí, muy guay. El problema es que no se puede capitalizar lo que no se puede contar.

No nos confundamos con las “sopas de letras”. Ya lo dije en su momento: gobernar es otra cosa. http://www.alfdurancorner.com/articulos/GOBERNAR-ES-OTRA-COSA.html

 

 

 

Notas:

(1) Nuestra cita de hoy es un antídoto contra el negativismo.

(2) En lectura seleccionada, tenemos un texto contundente sobre la financialización de la economía norteamericana.

(3) En mi biblioteca, un brillante estudio de un joven científico inglés sobre la historia de la vida en la tierra.

(4) En “de otras webs”: La utilización de las cloacas del Estado español contra Catalunya tiene orígenes remotos, como puede verse en el artículo del historiador Marc Pons.

 

Alf Duran Corner

 

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