2011: EL AÑO QUE VIVIREMOS PELIGROSAMENTE

Focus: Sociedad
Fecha: 24/12/2010

Contemplado desde una óptica macroeconómica, no hay ninguna razón objetiva para pensar que el año próximo vaya a ser un año de luces. Lo más probable es que sea un año difícil, más complicado que el actual, más incierto.

Y esto va a ser así tanto a nivel mundial, como a nivel estatal y a nivel doméstico.

Los motores económicos (China, India, Brasil, etc.) seguirán creciendo a buen ritmo, pero parte de sus outputs productivos se destinarán al mercado interior. Son conscientes de que sus superávits comerciales y sus excesos de caja en dólares acabarán atragantándoseles.

Los países desarrollados (liderados por Estados Unidos) quedarán en standby. Incluso Alemania, tras un 2010 espectacular en términos de PIB, reducirá su marcha. El resto de países europeos, tanto desde la oferta como desde la demanda, languidecerán.

Se necesitará tiempo, mucho tiempo, para digerir la gran catarsis del sistema financiero mundial.

La mayoría de los gobiernos continuarán sus procesos de ajuste para reducir sus déficits públicos. Con una economía lentificada, sus ingresos se verán mermados, por lo que seguirán recortando sus gastos.

Alargarán la edad de jubilación y reducirán las pensiones futuras, tomando más tiempo como base de cálculo. Bloquearán las pensiones actuales. Impondrán el copago sanitario. Paralizarán las inversiones en infraestructuras. Limitarán al máximo las subvenciones a parados de larga duración. Pensando en los ingresos, aumentarán los impuestos indirectos (en especial el IVA).

Las empresas no tendrán más remedio que sintonizar con el modelo de los Estados, siendo como son estos últimos responsables de buena parte del PIB de cada país. Esto significará reducción de plantillas, ERE´s , cierres definitivos, etc.

Los bancos y cajas, mal que les pese, tendrán que colgar definitivamente sus botas de “señores del universo”. Seguirá el proceso de fusiones (frías o calientes), hasta que el panorama quede limitado a media docena de operadores. Entre el 2011 y el 2012 vencen en España 270.000 millones de deuda bancaria. Y hay que pagarla o refinanciarla. Las entidades tendrán que sanear sus balances, reestructurar sus deudas y presentar “concurso de acreedores” cuando sea necesario. Se producirán “quitas” y todos, desde los más grandes a los más chicos, verán menguados sus bienes.

Históricamente estamos reproduciendo aquellos largos años que anticiparon la “caída del Imperio Romano”, pero no tenemos bárbaros dispuestos a liquidar los vestigios.

Se abrirá un proceso de cambio y se visualizarán nuevos paradigmas (porque el planeta tierra sigue su caminar entrópico), pero faltarán elementos para concebir su arquitectura.

En cualquier caso, el año 2011 será un año gris, un módulo más de ese proceso. Mucho será si los humanos vamos tomando conciencia de ese cambio, a no se sabe dónde.

No hay que dramatizar, pero sí pensar seriamente que “los años del desmadre” se han ido para no volver.

En el fondo, tampoco hay para tanto. La Arcadia feliz es y seguirá siendo un cuento para tontos.

Alf Duran Corner

 

« volver