¿ A QUIÉN VOTAR ?

Focus: Política
Fecha: 29/09/2006

En el plazo de un mes se celebrarán en Catalunya unas elecciones autonómicas. Y los catalanes que voten (probablemente no más de un 65%), votarán a quien quieran, porque esto es democracia.

Voy a decir en voz alta lo que pienso sobre las próximas elecciones.

En primer lugar, debo citar de nuevo al analista Phillip Converse, que tras largos y rigurosos estudios sobre sociología política, llegó a la conclusión de que sólo un diez por ciento de los votantes tienen un sistema de creencias consistente, que explica el sentido de su voto.

El resto, como diría Bauman, es un voto “líquido”, que se decide por una mezcla de emociones, intereses personales, mecanismos proyectivos, etc.

En segundo lugar, como demuestran los estudios empíricos en todas las democracias, la derecha tiene su voto asegurado (gente de orden, disciplinada, cumplidora), en tanto que la izquierda necesita ganárselo en cada elección.

Muchos votantes de izquierda sólo votan cuando creen que el sistema peligra o cuando los gobiernos de derecha en el poder cometen barbaridades.

Dicho esto, veamos que nos queda.

En Catalunya, la extrema derecha es el Partido Popular. También quiere serlo en España, pero esto está por ver si lo confirmarán las urnas en las próximas elecciones generales.

Al Partido Popular lo votan los nostálgicos del franquismo (que no son pocos), sus hijos y nietos. También lo votan los nacionalistas radicales españoles.

La derecha es Convergència & Unió, que es una federación de un partido personalista (la creación de Jordi Pujol) y de un pequeño partido de origen demócratacristiano, que dio pedigrí a Convergència, a cambio de cuota de poder.

A Convergència & Unió lo votan los que se autodefinen como de “centro”, aunque su ideario y su práctica política sean de derechas. Son pragmáticos y quieren recuperar el “cortijo” que controlaron durante más de veinte años. Son “gente de bien”, que todo lo hacen con preservativo, incluso el amor “cuando toca”.

Hasta aquí la derecha. Todo claro. Todo simple. Recién lavado.

La izquierda (ya avisamos) es más complicada.

El PSC-PSOE es la federación catalana del partido que gobierna en España. Tiene experiencia de poder, buenos cuadros y más historia que nadie. Es una izquierda “civilizada” que tiene el aval de las multinacionales.

Pero ha sufrido una ruptura con el “despido pactado” de Maragall, que seguramente hubiera ganado las elecciones si se hubiera vuelto a presentar.

La clave está en ver si el “votante de Felipe González” (éste es el código que continúa funcionando en el área metropolitana de Barcelona), se decide a votar mayoritariamente por el catalano-andaluz Montilla. Y si este mayor voto compensa la abstención de los “maragallistas” que quieren que el PSC sea un partido independiente y no una delegación del PSOE.

Iniciativa per Catalunya es también un partido pequeño, en coalición con otros todavía más pequeños, que recoge el voto de los militantes históricos de la izquierda y de sus seguidores, aunque su peso sea testimonial. Aquí se puede hablar de fidelidad. Están cansados y sólo aspiran a un “ecosocialismo” digno.

Por último está la gran incógnita : Esquerra Republicana de Catalunya.

ERC tiene el corazón escindido. Nunca sabe si pesa más su condición de “republicano de izquierdas” o su condición de “catalanista”. Jugar a la equidistancia, como alguno de sus dirigentes vocea ahora, es una memez. Quizás no lo saben, pero se puede ser “republicano, de izquierdas e independentista”, todo a la vez. Su propuesta política ha de ser muy clara (más que la de nadie), para que se sepa como van a utilizar los votos que reciban.

El escenario previsible es un empate técnico entre la derecha y la izquierda, situando a ERC en el segundo bloque.

No se sabe quien va a gobernar, pero no lo tendrá fácil. Se tendrá que negociar, ceder, cambiar, proponer, esperar, volver a empezar.

Pero esto es la política en democracia. Las “mayorías abso
Alf Duran Corner

 

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