AGUAS TURBULENTAS
Focus: Política
Fecha: 06/02/2004
Dice la gente de mar que tras la tempestad viene la calma. Pero esto ocurre en la naturaleza, que es más sabia que la especie que la maltrata. Los humanos son lo suficientemente mezquinos como para avivar las aguas y producir una nueva tempestad, aunque sea ficticia.
El episodio Carod-Rovira, Maragall, Rodríguez Zapatero, Durán, Aznar y otros etcéteras no tiene mayor trascendencia. Es un episodio doloroso, pero se cura con ibuprofeno.
Carod-Rovira se equivocó. No acertó ni el momento, ni el lugar. Fue un fallo de protocolo. Le sobraba buena fe y cierta dosis de vanidad. En la explotación mediática de su supuesta deslealtad, falta recordar que la principal deslealtad es con uno mismo. Y en esto no falló.
Maragall ha estado a la altura de las circunstancias, no entrando en el cuerpo-a-cuerpo con sus adversarios políticos. Si un error ha cometido ha sido plegarse a las exigencias del líder del PSOE. Era una oportunidad para dejar la franquicia y plantear una alianza estratégica. Nadie sabe que podría ocurrir con el electorado socialista de la gran Barcelona. Antes votaban a Felipe (y algunos todavía lo votan). Además ha plantado cara al PP. Y esto es agua de lluvia para mucha gente.
Rodríguez Zapatero necesita librarse, en el medio plazo, de sus “flechas” y “pelayos” propios. Bono, Rodríguez Ibarra y Vázquez podrían militar perfectamente en la derecha mesocrática. Está pagando también su seguidismo en el País Vasco, donde la única opción viable es la de un pacto con las fuerzas democráticas vascas. España acabará siendo un estado federal, aunque algunos se encabezonen en negarlo.
Durán y su ayudante Mas han ido a por la yugular. Les importa un bledo la Generalitat, si no son ellos quienes gobiernan. Su permanente coartada de simular que defienden los intereses de Catalunya por encima de todo, está quedando al descubierto.
Aznar ha sido el Aznar de siempre. Es el rey del insulto y la provocación. Utiliza todos los recursos para mantenerse en el poder. El gobierno catalán de izquierdas le produce úlcera. En su caso recomendamos un largo tratamiento con Almax, a sabiendas de que su dolencia no tiene remedio.
Ahora hay que continuar gobernando y recordar a los clásicos : “Ladran, luego cabalgamos”.
« volver