BARACK OBAMA
Focus: Política
Fecha: 23/01/2009
Ya es Presidente de Estados Unidos y pronto empezarán los desencantos. Quizás porque las esperanzas eran excesivas. No hay que olvidar que como Presidente defenderá, por encima de todo, los intereses de su país. Y en muchos ámbitos estos intereses chocan con los intereses de mucha gente.
No lo tiene fácil. La fotografía fija de Estados Unidos nos presenta un país con un
PIB de 11,7 trillones (billones europeos) de dólares, una
población de 304 millones, una
tasa de desempleo del 6,7%, una
Deuda Nacional de 10 trillones (sin contar el coste del rescate financiero) y una
balanza por cuenta corriente con un déficit de 177.000 millones de dólares.
Su nuevo gobierno es un gobierno de
pragmáticos, es decir, un gobierno escorado a la derecha.
Robert Rubin y
Lawrence Summers, en el frente económico, son economistas
ultraliberales, y responsables de buena parte de la crisis financiera actual.
Hillary Clinton y
Robert Graves están apoyados por el lobby judío, y no es probable que modifiquen la política exterior.
Con un poderoso complejo militar-industrial que continúa absorbiendo recursos del Estado para el mantenimiento de su política imperial. Con guerras de desgaste en
Irak y
Afganistán y multitud de contenciosos para-militares en todo el mundo.
Con una ciudadanía que en un 73% declara que resulta difícil encontrar trabajo en su zona y que, por otra parte, piensa (53%) que el gobierno casi siempre es inútil e ineficiente. Todo ello después de que, muy a su pesar, el gobierno del señor
Bush Junior haya utilizado el dinero de los contribuyentes para salvar al sector financiero.
Con lo que sí puede contar el Presidente electo es con el entusiasmo de la población de su país, que manifiesta (68%) que
“los americanos pueden siempre resolver sus problemas”.
Una mezcla de ingenuidad, voluntarismo e ignorancia.
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