BELGICA COMO MODELO

Focus: Política
Fecha: 05/10/2007

Transcurridos tres meses desde las elecciones legislativas, Bélgica continúa sin nuevo gobierno, sin que apenas se note en la vida cotidiana de los ciudadanos.

No es que estos deseen esta interinidad, pero, los asuntos públicos son bastante complicados en esta tranquila monarquía federal.

Justamente esta organización federal exige que la toma de decisiones, en especial aquellas de carácter importante (las de rango constitucional) deban ser tomadas por una mayoría de dos tercios de la cámara, así como por mayorías en las cámaras de los dos principales grupos lingüísticos.

En Bégica no hay partidos “nacionales” en el sentido español del término. Cada comunidad tiene los suyos, aunque ideológicamente existan parentescos.

El partido más votado en las “generales” fue el “Nieuw Vlaamse Alliantie” (flamenco), seguido a larga distancia (400.000 votos) por el “Mouvement Réformateur” (valón), y luego el “Vlaams Belang” (flamenco), el “VLD” (flamenco), el “Parti Socialiste” (valón), el “Socialistische Partij” (flamenco), el “Céntre Democrate Humaniste” (valón), el “Ecolo” (valón) y el “Groen” (flamenco).

Aquí están representadas todas las sensibilidades: los conservadores cristianos, los socialdemócratas, los liberales, la extrema derecha y los verdes. Pero en todos ellos es más importante su vínculo cultural y lingüístico que su orientación política.

Para completar el modelo, Bruselas es cada vez más capital europea que capital de Bélgica, un territorio bilingüe dominado por la burocracia de la Unión Europea.

Cada comunidad tiene su propio gobierno y su cámara representativa, incluida la minoría alemana (unos 70.000 residentes en la zona este).

En los últimos cincuenta años ha habido un vuelco de influencias en este pequeño país (de una dimensión similar a Catalunya) , y ahora el Flandes campesino se ha transformado en un territorio potente y desarrollado, que tiene en Amberes el segundo puerto más importante de Europa.

Los flamencos dicen estar cansados de su “solidaridad” con los valones y quieren ser independientes. Se quejan de haber estado subvencionando durante largos años a sus vecinos del sur.

Consideran que tienen perfecto derecho a darse de baja de un club en el que no se sienten cómodos.

¿Les suena algo?.
Alf Duran Corner

 

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