CAPITALIZAR

Focus: Sociedad
Fecha: 05/05/2017

He dejado transcurrir unos cuantos días desde que la señora Carmen Chacón murió de un infarto, a una edad prematura (toda muerte es prematura), tras una dilatada carrera política. Cada día muere mucha gente en la más absoluta oscuridad.

Siempre he considerado que los humanos creemos que nuestra historia vital es muy importante, cuando no hay razón para priorizarla respecto a la de otras especies. Hace poco se murió un cerezo espléndido muy querido por nosotros, que no pudo superar el stress de la gomosis. Hicimos leña con él y alimentó nuestra chimenea en los días más fríos del invierno. Nos agrada recordar su etapa de plenitud.

El pensamiento y la praxis política de la señora Chacón estaban en las antípodas de los míos. Todavía tengo en la retina su paseo militar como ministra de Defensa del Estado, así como sus proclamas españolistas.

Pero aprendí desde niño a respetar la diferencia, en la medida en que respeten la mía, cosa que raramente ocurre en el contexto pre-democrático en el que nos movemos.

La señora Chacón, una vez fallecida, se ha transformado en objeto de culto y ha alcanzado una canonización express, con la obtención de la Creu de Sant Jordi, a título póstumo. Ignoro las profundas razones de este otorgamiento, aunque debo reconocer que en principio no he sido capaz de identificarlas.

Quisiera recordar que capitalizar es un término de naturaleza económica por el que se atribuye un valor como capital a una cosa que produce una renta. En términos figurativos, se puede capitalizar la imagen de una persona, de la que tendemos a recordar más lo positivo que lo negativo, en especial cuando de ella sólo nos queda el recuerdo.

El PSOE tiene una especial habilidad para capitalizar imágenes de militantes, sobre todo si estos ya han fallecido. No tiene la exclusiva, pero lo hace muy bien. Sabe cómo sacar partido del sistema límbico y en particular de la amígdala, una pequeña estructura cerebral que procesa las emociones.

Será por ello que ha organizado un espectáculo con motivo de la muerte de la señora Chacón. A ese homenaje se han apuntado todos, unos con intenciones partidistas y otros para que no los pongan en la lista de los “malos”.

Quizás porque yo defino el respeto de forma muy diferente, quizás porque siempre he creído que los adioses son de condición íntima, quizás porque estoy harto de autos sacramentales (por muy laicos que pretendan ser), he sentido vergüenza como ciudadano de a pie ante tanta desfachatez y tanta hipocresía.

¡Dejad a los muertos en paz!

Alf Duran Corner

 

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