CLAROSCUROS
Focus: Política
Fecha: 13/04/2006
Es evidente que Estados Unidos es un país de claroscuros, de aspectos admirables y de otros vergonzosos. Además su condición de superpotencia proyecta con mayor fuerza sus aciertos y sus errores.
A pesar de padecer uno de los gobiernos más desastrosos de los últimos cincuenta años, el país controla bastante bien sus constantes vitales. Su PIB está próximo a los 13 billones de dólares (valorados con criterio europeo : 1 billón = un millón de millones), crece a una tasa del 3,5 %, con una inflación del 3,2 % y un desempleo del 5,1%.
Sin embargo en lo social continúa inserto en la paradoja de las grandes desigualdades. El índice Gini, que mide el grado de desigualdad en la distribución de la renta entre las familias de un país, es de 45 (cuanto mayor, más desigualdad), mientras que Suecia y Noruega están en 25, Holanda en 30 y Suiza en 33.
El último censo reconoce que 45 millones de ciudadanos no tienen seguro médico.
El presupuesto del Estado es deficitario en 400.000 millones de dólares, mientras que los gastos de Defensa superan el medio billón.
Y es que en economía, cualquiera que sea su dimensión, los recursos siempre son escasos.
Josep Stigliz, el economista premio Nobel que fue durante años el hombre fuerte del FMI, ha declarado recientemente que la invasión y presencia en Irak ha costado a los norteamericanos una cifra próxima al billón y medio de dólares. Y la caja sigue abierta.
No hay dinero para la salud ni para la educación, ni para acometer con seriedad un plan para recuperar el área metropolitana de New Orleans.
Demasiados claroscuros.
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