CONFUSIÓN

Focus: Política
Fecha: 28/02/2014

Lo que más desagradaba a mi padre – un hombre bueno y amigable – era la ignorancia de quien había tenido todas las posibilidades para evitarla. Pero en esta España en fase de liquidación, la ignorancia se extiende desde las cúpulas de los partidos y las organizaciones hasta las masas de los ignorantes a su pesar.

El parlamento español ha votado contra el derecho de los catalanes a decidir su futuro político. Es una votación inútil, que pone de manifiesto el precario nivel intelectual de los funcionarios que ocupan los escaños. No tienen voz propia; se ajustan a las directrices de responsables de los partidos españolistas, que esconden su cabeza bajo el ala para no aceptar la realidad. Las avestruces son mucho más inteligentes y saben porque hacen lo que hacen. Los parlamentarios españoles de esta guisa no lo saben.

Pero la vida sigue y algunas empresas que tienen su principal mercado del Estado en Catalunya (y son muchas), han empezado a trabajar en otra dirección. En su “plan de negocio” para el 2014 trabajan con la hipótesis de que Catalunya se secesione de España. No es su única hipótesis, pero es una hipótesis alternativa que no quieren descuidar. Y nos referimos singularmente a una gran empresa española, que tiene sus principales accionistas en el extranjero. Estos accionistas serían los primeros que no comprenderían otra forma de proceder en la gestión de un proyecto en el que han depositado sus recursos.

Sé muy bien de que va esto, pues a mediados de los setenta del siglo pasado (parece que fue ayer) constituí con unos colegas la “asociación española de planificación estratégica”, que murió por falta de interés. Los directivos y empresarios de la época pensaban que el futuro era la extrapolación del pasado y no aceptaban escenarios alternativos. Luego vino la primera crisis del petróleo (finales del 73) y todo se fue abajo. Eran unos insensatos y unos incultos. Paul Valéry ya había anunciado en 1937 que “el futuro ya no es lo que era”. Tardaron en enterarse.

El mundo es cambiante y el que no es capaz de acomodarse a los cambios del entorno, acaba desapareciendo. Claro que hay que leer a Lucrecio, y a Diderot, y a Buffon y a Darwin. Pero estos tipos sólo leen el “Marca”. Ya pueden seguir escondiendo la cabeza, Catalunya se va y es poco inteligente no aceptarlo.

No sé si soy bueno o no, pero si sé que no soy tan amigable como mi padre. Me gusta el cine de Tarantino y en particular su película “Malditos Bastardos”. Por si hay alguna duda.

Alf Duran Corner

 

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