¿ DE QUIÉN ES LA EMPRESA ?
Focus: Empresa
Fecha: 18/11/2005
En términos jurídicos la cosa está clara : la empresa es de sus propietarios, de los que poseen los títulos que expresan esos derechos.
Pero a partir de aquí, como diría Sempé, “tout se complique”.
En términos históricos, la empresa nace cuando un “emprendedor” tiene un proyecto en la cabeza y lo lleva adelante. El emprendedor es propietario, gestor, animador. “One man´s show”. Todo en una pieza.
La empresa puede permanecer estable o con crecimientos capaces de asumir. El modelo no cambia y el Jano bifronte (propietario / gestor) sigue liderando el proyecto. Muchas pequeñas y medianas empresas responden a este patrón.
Se habla poco de ellas, aunque en su conjunto son las principales contribuidoras al PIB de un país moderno.
Luego están las otras, de las que sí se habla mucho. Son empresas que han crecido exponencialmente en ventas, en rendimientos, en cuota de mercado. En el mundo pseudo-sofisticado y cursi de la gestión empresarial, ya no se las describe como “empresas” sino como “operadoras”.
En este caso el modelo cambia radicalmente respecto al originario. La propiedad se diluye (que para eso está el mercado de capitales) y la gestión se profesionaliza.
Y ese modelo incorpora un proceso perverso. La fragmentación de la propiedad no impide que algunos inversores (privados o institucionales) se apoderen de los órganos de gobierno en su propio beneficio (remuneración de los consejos de administración, contratos blindados, opciones sobre acciones, nombramiento de consejeros “independientes”, etc ). La profesionalización de la gestión conduce, en muchas ocasiones, a la constitución de una “tecnocracia” que abusa de su posición de dominio, en un pacto no escrito con los muñidores del dinero ajeno.
La mayoría de los medios (la basura mediática que nos impide respirar) vocean sus historias sobre la empresa, con una mezcla de ignorancia y frivolidad.
Por eso, por ejemplo, ahora podemos leer que “Endesa se defiende frente a la Opa de Gas Natural”, que “los catalanes quieren apoderarse de un sector estratégico”, que “Pizarro – el presidente de Endesa – está dispuesto a ir a los tribunales” y otras sandeces por el estilo.
La obligación de un analista es enterarse con rigor de quiénes son los principales accionistas de las empresas, como se han comportado las cotizaciones a lo largo del tiempo en la Bolsa, que política de dividendos se ha seguido en los últimos años, quiénes forman los consejos de administración, cómo se remuneran esos consejos, quiénes y por quién fueron nombrados, cuál es el origen del equipo directivo, cómo está remunerado, cuántas acciones forman el capital social, cuál es el porcentaje de bloqueo.
La fusión por absorción de Endesa por Gas Natural es de libro. Responde a las condiciones objetivas. No es un tema político. Es un tema económico que se basa en la antigua consideración de “maximizar los recursos escasos”.
Luego han de ser eficientes y eficaces para el bien de la sociedad en la que se hallan insertos. Trasparentes en la gestión y responsables de sus decisiones.
Es lo único que puede pedir la sociedad civil a los empresarios/gestores, que deberían ser los auténticos fiduciarios de esa sociedad civil.
Endesa no es del señor Pizarro, ni Gas Natural del señor Fornesa, ni el Banco de Santander del señor Botín. Aunque en muchas ocasiones lo parezca.
Ya es hora de que nos enteremos.
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