DIRECCION Y LIDERAZGO

Focus: Empresa
Fecha: 01/07/2005

Cualquier proyecto que integre personas en busca de un fin compartido, requiere un reparto de funciones y roles y una cabeza ejecutiva. Este es un viejo modelo organizativo que la milicia y las religiones institucionalizadas han aplicado a lo largo de la Historia, con éxito probado.

Pero hay muchos matices en este modelo, pues no es lo mismo la organización del Estado Mayor que la de un “comando operativo”. Y en los matices está el éxito del proyecto.

Un análisis objetivo de la realidad actual en el mundo empresarial, pone de manifiesto que hay una acusada carencia de directivos, de directivos profesionales.

Y cuál es el trabajo de un directivo ?. Como bien dice Drucker, algo muy simple : dirigir los recursos y esfuerzos de la empresa hacia las oportunidades para conseguir resultados económicos importantes.

Sin embargo los directivos mediocres, que son la mayoría, dirigen sus esfuerzos hacia los problemas, no hacia las oportunidades.

Y de acuerdo con el principio de que “las personas son el principal activo de la empresa” (principio que citan de memoria, pero cuyo significado no aciertan a comprender), se dedican a identificar las debilidades de su equipo, ignorando sus puntos fuertes.

En palabras de Marcus Buckingham, los managers malos juegan a las damas, en tanto que los buenos juegan al ajedrez. Estos últimos no tienen diez vendedores en la calle (las damas), sino diez individuos (las piezas de ajedrez), cada uno con sus particularidades a gestionar y potenciar.

Y no pedimos que además sean buenos líderes, porque aquí la escasez es todavía mayor. Un buen líder tiene una visión y una misión que cumplir. La asume, la proyecta, la explica, la comparte. Un buen líder tiene un ego poderoso que arrastra a los demás, sin necesidad de caer en la autocomplacencia. Un buen líder es optimista y contagia su optimismo a la organización.

Dirección y liderazgo son cosas distintas. Ambos roles tienen un fuerte componente de personalidad, aunque el primero puede aprenderse, en tanto que el segundo no.

Pero si no se poseen los atributos ni para lo uno ni para lo otro, lo mejor es dejarlo. Los accionistas, los empleados, los clientes y la sociedad en su conjunto, les estarán eternamente agradecidos.
Alf Duran Corner

 

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