EL CAPITALISMO SE TAMBALEA

Focus: Economía
Fecha: 01/07/2002

Ahora que sólo tenemos un sistema económico, hemos de velar por su continuidad y por su solvencia. Porque si no, nos quedaremos a oscuras, sin alternativas posibles.

Últimamente han llovido sobre la sociedad mundial multitud de escándalos económicos, hasta el punto que debemos preguntarnos si el sistema funciona, aunque sea bajo mínimos.

Las historias de Enron, WorldCom, Xerox y la del controlador por excelencia (Arthur Andersen) ponen de manifiesto que los ahorros de millones de personas están expuestos a desaparecer por las maniobras ilícitas de ejecutivos sin escrúpulos y auditores sinvergüenzas.

Y por la actitud displicente y pasiva de la Administración Pública correspondiente, que ha intervenido, cuando lo ha hecho, tarde y mal, por razones oscuras, a caballo entre la corrupción y el mecenazgo.

Que las Bolsas mundiales se hallen en la UVI, no es más que el reflejo de los miedos que se han apoderado del conjunto de la sociedad.

Se ha perdido la confianza, hasta el extremo de que empresas con activos de “ladrillo y mortero”, bien asentadas en sectores estratégicos, tienen un valor de mercado que raya con su valor en libros, cuando apenas hace un par de años la relación era de diez a uno.

En su día nos sorprendió que el jefe de la Guardia Civil, en su meteórica carrera de taxista a alto cargo de la Administración, nos robara la cartera, sin que nadie se enterara.

Aquello ahora resulta cómico (un tirón en la calle) si lo comparamos con que empresas con facturaciones superiores a los cincuenta mil millones de dólares, nos digan tímidamente que hincharon sus ingresos en tres mil millones, por errores contables.

La gente ya no se cree nada. Piensa que los procesos contra los señores Ibarra y Botín quedarán en papel mojado, cualquiera que pueda ser el alcance de sus imputaciones.

Unos y otros han jugado con dinero ajeno y esto debería ser castigado de forma implacable.

Si no se hace así. Si no se toman medidas rápidas y contundentes, nos cargaremos el sistema, que es un sistema imperfecto, pero que es el único que tenemos.

Pero, quién va a poner el cascabel al gato ?
Alf Duran Corner

 

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