EL COLOR DEL DINERO
Focus: Economía
Fecha: 19/10/2017
El dinero tiene un doble valor: un valor real para comprar bienes y servicios y un valor simbólico como herramienta de poder. Para la mayoría de las personas, el dinero es un facilitador de consumo y poca cosa más. Para un colectivo intermedio (cada vez más escaso) es consumo y algo de ahorro como salvaguarda (“un roc a la faixa”). Para una reducida minoría es capacidad para manejar a su antojo la vida de los demás.
Ahora que estamos viviendo un momento histórico en Catalunya y que la independencia a medio plazo cotiza al alza, el dinero ha tomado protagonismo. Y el dinero es en principio miedoso. A la gente honrada le cuesta ganarlo y, en buena lógica, tiene miedo a perderlo.
Si analizamos las principales variables del entorno político, se comprende que exista cierto desasosiego, sobre todo cuando uno de los actores (“el gobierno de España”) se dedica por un lado a construir escenarios derrotistas y, por otro, a fabricar vías seudolegales para que las empresas ubicadas en Catalunya trasladen su sede social a otros territorios del Estado.
Pero aquí hay mucho teatro, muchas estrellitas o, como decía mi abuela “molt soroll de boixets i poques puntes”.
En el comportamiento del pequeño ahorrador que coge su dinero de la agencia de Tortosa de CaixaBank y lo transfiere a una agencia de la misma entidad en Vinaròs, hay una mezcla de miedo e ignorancia. En el de la empresa que cambia su sede social para “españolizar” sus productos, hay un signo de debilidad frente al poder del Estado, y una asunción de actor secundario que acabará pasándole factura. Pero son unas decisiones inútiles, sin apenas impacto, por varias razones:
- Porque entre “declarar la independencia y ser un Estado independiente” hay un proceso temporal.
- Porque con lo primero sólo se pretende hacer de Catalunya un “sujeto político”, condición necesaria para negociar con terceros.
- Porque la “seguridad jurídica” (o lo que “el gobierno de España” entiende por tal) no se pierde. En el tiempo se transfiere de un Estado a otro. Y a continuación se diseña de nuevo sobre unas bases más sólidas que las actuales, las de un Estado de Derecho de verdad y no la pantomima leguleya dominante en España (inseguridad jurídica), donde la separación de poderes es inexistente.
- Porque en los últimos cincuenta años ha habido en el mundo una explosión de nuevos Estados y el caso de Catalunya es un caso más. No somos una excepción. No hay que dramatizar.
- Porque si sigue la escalada represiva españolista (con sus múltiples efectos sobre la economía real) otros actores principales (las multinacionales que operan en Catalunya) se constituirán en lobby de presión y exigirán el apoyo de sus propios Estados, Estados que tras la declaración de independencia se verán obligados a intervenir, por mucho que sus burócratas no lo deseen.
- Porque Catalunya es uno de los polos económicos europeos más atractivos para el inversor, tanto por razones geoestratégicas como por su cultura empresarial y sus islas de talento.
- Porque en un mundo globalizado las grandes multinacionales tienen más poder que los Estados.
- Porque los gobiernos son locales y tienen fecha de caducidad y las multinacionales son globales y tienen vocación de continuidad.
- Porque en España el impuesto de sociedades que pagan las empresas (las que tienen beneficios), se recaude donde se recaude, está centralizado en Madrid, sin que importe el lugar de la sede social.
- Porque citar como debilidad el posible impacto de ese impuesto sobre las balanzas fiscales es un sinsentido. Se habrá acabado el trasiego del dinero. Una Catalunya independiente recaudará y gestionará sus propios impuestos y ninguna empresa podrá operar en su territorio sin haber creado previamente una sociedad. Es decir, si Gas Natural, por ejemplo, quiere conservar su cuota de mercado en Catalunya (monopolio del gas) tendrá que seguir el procedimiento apuntado.
- Porque la banca privada en la Eurozona es universal y cuenta con el soporte del Banco Central Europeo, estén donde estén sus oficinas y su sede social.
- Porque una cosa es trasladar la sede social y otra muy distinta trasladar las operaciones. Y éstas últimas no se trasladan porque el mercado catalán continúa siendo el más importante del Estado.
- Porque en esta curiosa “fuga”, aplaudida por los medios españolistas, no hay las grandes multinacionales, que continúan manteniendo su sede central y sus operaciones en Catalunya. Como ya declaró el presidente de Seat (grupo Volkswagen), por poner un ejemplo, su empresa está acostumbrada a adaptarse a los cambios del entorno, como lo han hecho en el Reino Unido tras el Brexit.
- Porque al compartir la moneda con muchos otros países, los problemas políticos del Estado Español pueden afectar a la estabilidad del euro frente a otras monedas fuertes y perjudicar al conjunto de la Eurozona.
- Porque si el Estado mantiene su programa de errores políticos, el Banco Central Europeo se verá obligado a soltar parte de la Deuda Pública española que tiene en su balance (y tiene en exceso) y los fondos de cobertura empezarán a hacer apuestas a corto contra ese activo, lo que disparará la prima de riesgo.
- Porque si se dispara la prima de riesgo (diferencial en interés del bono a diez años español respecto al alemán), el “gobierno de España” no podrá pagar los intereses e iniciará su camino hacia la quiebra.
- Porque entonces, y sólo entonces, sí que podría haber un “corralito” en todo el Estado, lo que significaría que a los ciudadanos no se les permitiría sacar su dinero de los bancos, estén las oficinas en Vinaròs o en Arroyomolinos.
- Porque éste es un test que sirve para comprobar la competitividad real de las empresas y su grado de compromiso con la sociedad en la que se hallan insertos. Hay que asumir unos costes a corto para asegurar un proyecto a largo. “No tot són flors i violes i romaní”.
- Porque pasado el sarampión y en una Catalunya independiente, algunos de los que se han marchado tomarán el camino de vuelta, si es que alguien no ha cogido su silla. Las empresas de verdad no tienen ideología y su objetivo es mejorar la rentabilidad a largo plazo del dinero de sus accionistas.
Yo siempre he creído que en Primaria deberían enseñar a los niños los conceptos más elementales de economía y finanzas, para luego continuar ampliando los conocimientos hasta llegar a la edad adulta. De esta forma evitaríamos comportamientos poco razonables, que sólo se explican por el grado de analfabetismo funcional que en estos campos tienen la gran mayoría de los ciudadanos. Así además se hallarían en condiciones de negociar con los bancos de manera abierta y natural, sin caer en su red de engaños y trampas.
¡Serenidad amigos! Cuando acaben los fuegos artificiales y volvamos a la realidad nos daremos cuenta de que no había para tanto.
Nota:
Para comprender dónde estamos y adónde vamos, nada mejor que clicar en el margen izquierdo el link “De otras webs”. En él tenemos un completo informe recién publicado por la Generalitat que explica con detalle este tránsito. Magnífico trabajo de un excelente equipo económico.
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