Focus: Sociedad
Fecha: 17/08/2020
No sólo tenemos que protegernos frente a la pandemia sino que además hemos de soportar el diluvio de palabros que los medios de comunicación vomitan a diario sobre la población. Conceptos como “aplanar la curva”, “inmunización de rebaño”, “cadenas de transmisión”, “cuarentena”, “clusters o grupos de rebrote”, “asintomático”, “propagación comunitaria” y muchos otros se han incorporado a nuestra cotidianeidad.
Quizás más adelante algún doctorando estudiará en profundidad los efectos de esta nueva familia en nuestro lenguaje corriente, partiendo del conocimiento que la neurolingüística nos ha proporcionado. Ya puedo adelantar que no serán precisamente positivos para nuestra higiene mental.
Pero no vayamos tan lejos y tratemos de situar el fenómeno en el espacio estrecho de la aritmética simple, sin analizar tendencias, ni medias, ni medianas, ni desviaciones típicas. Solo echar un vistazo a un indicador: muertos causados en principio por el virus en cada país por millón de habitantes. Y digo en principio, porque no es lo mismo morir del virus que morir con el virus. Muchos de los fallecidos sufrían patologías previas de diversa índole, que quizás los efectos del virus han acelerado. Nunca lo sabremos con certitud.
Algunos indicadores que se manejan habitualmente (como casos registrados) no nos sirven. Hay países que aplican rastreos sistemáticos (otro palabro) y países que no. Puede haber millones de personas infectadas que no hayan tenido ningún síntoma ni se hayan sometido a ningún control.
Lo que sí tenemos son los datos que las funerarias manejan y que vienen certificados (razones del fallecimiento). Y esto es lo que cuenta.
Y cuando repasamos los datos de muertos en cada país (efecto Covid) por millón de habitantes (que es la única forma de homogenizarlos), nos llevamos algunas sorpresas. Empezaremos por los países que destacan en el ranking:
Entre 500 y 600 muertos por millón de habitantes
▪ Bélgica. 856.
▪ Reino Unido. 688.
▪ Perú. 659.
▪ España. 612.
▪ Italia. 583.
▪ Suecia. 572.
▪ Chile. 539.
▪ Estados Unidos. 504.
Con la excepción de Perú, son países del mundo desarrollado, incluido Estados Unidos, que comparte con China el liderazgo mundial político y económico. Algunos cuentan con sanidad pública y otros privada. Algunos han sido más laxos en la respuesta que otros, pero ello no nos permite colegir una explicación simple a su posición en la lista. Pero sí podemos señalar –de nuevo la aritmética– que en el peor de los casos (Bélgica) la tasa porcentual de fallecidos por el Covid sobre el conjunto de la población es del 0,08 % hasta ahora. El cálculo es muy sencillo: Bélgica tiene una población aproximada de 11,4 millones y han muerto por el Covid hasta ahora unas 9.900 personas, lo que da ese porcentaje. Las muertes por cualquier causa suman anualmente en Bélgica unas 100.000.
Entre 300 y 500 muertos por millón de habitantes.
▪ Brasil. 496.
▪ Francia. 464.
▪ México. 429.
▪ Irlanda. 359.
▪ Ecuador. 341.
▪ Bolivia. 333.
Países desarrollados, países intermedios, países empobrecidos. Me pregunto, ¿de qué le ha servido a Irlanda tener la más baja tasa impositiva sobre el beneficio de las empresas (multinacionales la mayoría), para esos tan pobres resultados? ¿Dónde está la “grandeur” francesa?
Entre 100 y 300 muertos por millón de habitantes.
▪ Canadá. 240.
▪ Irán. 228.
▪ Sudáfrica. 190.
▪ Rumanía. 149.
▪ Alemania. 110.
▪ Argentina. 119.
▪ Dinamarca. 107.
▪ Rusia. 105.
Con la excepción de Rumanía, países potentes con economías sólidas y sistemas de salud que van desde el alto nivel de Canadá, Alemania y Dinamarca, al mediano de Rusia, Irán y Argentina, y al menos estructurado de Sudáfrica. En cualquier caso, con resultados mejores a los del grupo de cabeza.
Veamos ahora el grupo de cola: Entre 100 y 10 muertos por millón de habitantes.
▪ Turquía. 70.
▪ Finlandia. 60.
▪ Egipto. 50.
▪ Polonia. 49.
▪ Noruega. 47.
▪ India. 35.
▪ Argelia. 31.
▪ Islandia. 29.
▪ Filipinas. 22.
▪ Indonesia. 22.
▪ Marruecos. 16.
▪ Australia. 15.
▪ Uruguay. 11.
Centrémonos por un momento en el grupo de países escandinavos y veamos las diferencias: Suecia (572), Dinamarca (107), Finlandia (60), Noruega (47), Islandia (29). ¿Por qué esas diferencias?
Y ahora, los mejores de la clase.
▪ Venezuela. 9.
▪ Japón. 8.
▪ Cuba. 8.
▪ Corea del Sur. 6.
▪ Nueva Zelanda. 5.
▪ Malasia. 4.
▪ China. 3.
▪ Tailandia. 1.
▪ Vietnam. 0.
¿Qué tienen en común este grupo de países? Territorialmente dominan los países orientales, con China como teórico origen del virus y un sistema muy rígido de respuesta y control. Dos países del Caribe, con la señal conocida y respetada del sistema de salud cubano. Y la excepción neozelandesa, con una jefe de gobierno que no ha dudado en aplicar confinamientos muy exigentes a su población al menor indicio, población que ha respetado las indicaciones recibidas.
Son datos que varían a diario, pero con siete meses y medio acumulados, no parece que puedan cambiar en términos relativos.
Y nosotros, ¿qué debemos hacer? Dejemos trabajar al sistema sanitario y cumplamos con nuestras obligaciones como ciudadanos responsables, si es que lo somos. Estamos sometidos a un proceso inflacionario de noticias sobre el Covid-19 y sus efectos colaterales. Limitemos las conexiones mediáticas a lo más imprescindible. La vida sigue y hay muchas razones para agradecerlo.
Con todas sus imperfecciones, la aritmética nos da un simple retrato de lo que está ocurriendo. Richard Easterlin ya demostró que felicidad y renta no correlacionan (la paradoja de Easterlin). El rico Occidente va de fracaso en fracaso y no es capaz de reaccionar pronto y bien a los cambios del entorno. Que Bélgica, el Reino Unido, Suecia y Estados Unidos, junto a España e Italia como teloneros, lideren las peores prestaciones en este tema, es muy significativo.
Suerte que nos ha llegado una buena noticia que confirma nuestras mejores hipótesis: Según estudios recientes de la universidad de Laval, en el Canadá, el resveratrol aumenta la concentración de la proteína ACE2, la misma que reduce el síndrome de dificultad respiratoria aguda, uno de los graves síntomas del Covid-19. La uva contiene en gran manera esta sustancia, sobre todo en el hollejo o piel y las pepitas, y se transmite a los vinos mediante la duración de la maceración, especialmente las largas, y la fermentación. Cada litro de vino contiene entre 1 y 7 miligramos de resveratrol.
Mientras nos quede una copa de Gratallops (tinto, cosecha del 2013) podremos continuar subsistiendo.