EL ESPÍA QUE SURGIÓ DEL FRÍO

Focus: Sociedad
Fecha: 06/04/2017

O quizás “El Topo”, otra de las intensas novelas del maestro John Le Carré, esas novelas en las que acabas dudando sobre si la frontera entre “los buenos” y “los malos” está tan bien delimitada como te habían querido contar.

Roger Vinton (curioso seudónimo) ha presentado en sociedad un documentado relatorio sobre el mundo endogámico catalán, un mundo marcadamente burgués en el que los apellidos cuentan más que los patrimonios actualizados, aunque el volumen de la cartera dé sobradamente para pagar la fiesta.

Esa red de personajes con sus nombres y apellidos (como si se tratara de un acta notarial) son los mismos que en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado iban a las puestas de largo de las jovencitas recién salidas de “las Teresianas” o de “Jesús y María”. Los mismos que el mejor Marsé, cuando se limitaba a escribir y no a discursear, retrataba en “Últimas tardes con Teresa”.

Un poderoso colectivo que en su gran mayoría pactó con el franquismo en su época más dura y luego, cuando así convino, practicó el travestismo democrático. Un colectivo en el que dominan los españolistas, con matices que van desde los nostálgicos de la “España, grande y libre” a los que procuran nadar entre dos aguas, no sea caso que el proyecto independentista acabe siendo un éxito y los deje descolocados.

No sé quién es Roger Vinton, que se autoidentifica como un home com cal”. Pero si sé distinguir a un francotirador (a un sniper), y Roger Vinton lo es. Desde hace ya algunos años publica sus columnas críticas de una manera aperiódica en su propio blog, y siempre da en el clavo.

Si quieres conocer las redes históricas del poder económico en Catalunya, has de leer La gran teranyina”, un excelente libro, publicado por Edicions del Periscopi. Un libro escrito desde dentro del Sistema, un extraordinario documento que va a molestar a mucha gente, lo cual es siempre tonificante.

Y aunque nunca lo declare de una forma explícita, Roger Vinton es a la vez independiente e independentista. Será por esa doble condición  -que es la mía– que todavía me ha resultado más placentero el destripe virtual que lleva a término.

La gran teranyina es un libro sin estridencias, pero escrito con la determinación de un bulldozer. Y es que Roger Vinton es un home assenyat, “un home com cal”.

Alf Duran Corner

 

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