EL GRAN FIASCO

Focus: Economía
Fecha: 15/02/2013

Chasco, fracaso, fraude, estafa. Un poco de todo. La teórica macroreunión de los empresarios y altos directivos catalanes, promovida por la patronal Foment del Treball y que tenía que celebrarse en el Palau Sant Jordi, ha acabado en una reunión familiar, en la propia sede de Foment, a la que han asistido los habituales mandatarios y sus fieles seguidores.

La idea era atacar frontalmente el proyecto político independentista mediante el relamido subterfugio de que “ahora lo importante es superar la crisis”. Como si se tratara de dos variables no relacionadas. Catalunya padece una gran crisis económica por variadas razones (coyuntura internacional, deslocalización industrial, déficit de infraestructuras, mala gestión de recursos, etc.) pero la causa mayor es el déficit fiscal crónico que padece desde hace treinta años en su relación con España. Y esto no tiene remedio por la vía del encaje, pues España sin Catalunya dejaría de jugar en la Champions League.

Los quintacolumnistas de la junta del Foment del Treball defienden ahora el “pacto fiscal” (cuando antes practicaban el silencio administrativo) y avisan del posible “choques de trenes”, en una analogía más propia de los hermanos Marx.

Otras juntas que habían sido invitadas al “magno” acto, han decidido ausentarse. Algunos por convicción política (caso del Cercle Català de Negocis i quizás de la Cecot), otros por evitar enfrentamientos personales (caso de las Cámaras de Comercio y del Pimec), y unos terceros por simple tacticismo (caso del Cercle de Economia). Seguro que al señor Josep Piqué (al que en su día – 28.octubre.2011 – ya dediqué una columna personalizada) le ha sabido muy mal perder esta oportunidad de protagonismo, máxime cuando él ha demostrado su gran capacidad personal de “anar per feina”, lo que se refleja en su currículum.

Hay que decir lisa y llanamente que la mayoría de los empresarios que pululan por las patronales se representan a sí mismos y nada más. Algunos se sientan en consejos de “grandes empresas” que operan en sectores oligopolizados, gracias a sus relaciones sociales y a sus vínculos políticos. Defienden el statu quo, con pequeños retoques, porque este modelo les ha resultado, siempre, más que satisfactorio. Su idea de nación tiene que ver con el tamaño de su bolsillo. Salen en los telediarios y hacen declaraciones insípidas. Cualquier idea de cambio los pone enfermos.

Su problema es que se enfrentan a una realidad empresarial que tratan de obviar. Veamos la radiografía de las empresas catalanas a finales del 2012.

En Catalunya hay 602.161 empresas: 474.915 son empresas de servicios; 86.094 corresponden al sector de la construcción y 41.152 a la industria.

En términos de empleo, 339.345 son autónomos sin empleados, 229.583 tienen entre uno y nueve, 25.702 tienen entre diez y cuarenta y nueve, 5.387 entre cincuenta y ciento noventa y nueve y 2.144 doscientos empleados o más.

Es decir, que los dos primeros grupos (hasta nueve empleados) representan el 94,48% de toda la ocupación, y los dos últimos grupos (más de cincuenta empleados) suponen únicamente el 1,25%. Y son justamente esta minoría (mejor sería decir algunos de sus portavoces más o menos oficiales) la que se arroga la representatividad de todo el colectivo.

Están llegando tarde a todas partes. Menudo ridículo.

Alf Duran Corner

 

« volver