EL HOMBRE QUE NUNCA EXISTIO
Focus: Empresa
Fecha: 17/03/2006
Algunos políticos han situado al señor Cuevas como una fracción de los restos del franquismo sociológico.
Hay que decir que son unos restos más abundantes de lo que se cree, por lo que procede analizar el pedigrí de cada cual.
Durante el franquismo, el empresario español fue una especie protegida. No había ninguna necesidad de agruparse, pues para defender sus intereses tenían suficiente con el gobernador civil de turno.
En las postrimerías del largo período negro, las organizaciones obreras clandestinas mejoraron su eficacia, lo que determinó que los sindicatos verticales (el aparato represor del Régimen) tuviera que ceder en algún aspecto y aprender a negociar.
De ese colectivo de funcionarios fieles, inserto en la problemática laboral de la época, surge el señor José Mª Cuevas. Muerto el dictador, en 1.977 se crea la CEOE, que preside un empresario (el señor Carlos Ferrer Salat), y cuyo secretario general es un funcionario (el señor José Mª Cuevas).
En 1.984 el señor Ferrer Salat abandona el puesto para ocuparse de sus intereses empresariales y es sustituido por el señor Cuevas. Los empresarios (en especial los representantes de las grandes empresas) interpretan que es preferible tener el frente de la CEOE a un mandado.
Esta decisión resulta insólita si analizamos lo que sucede en los principales países de la Unión Europea. Fue, en su momento, una mezcla de cobardía, falta de visión e inexperiencia.
Pero lo más llamativo es que ese señor lleva veintidós años al frente de la principal patronal.
Como persona física el señor Cuevas puede decir lo que le de la gana. Está en su derecho. Lo que es una vergüenza es que hable como representante de los empresarios.
No hay mayor equívoco. Como empresario el señor José Mª Cuevas es el hombre que nunca existió.
