EL IDIOTA ESPECIALIZADO

Focus: Empresa
Fecha: 15/04/2002

Ortega y Gasset, siempre lúcido, nos lo recuerda en sus escritos. Posiblemente se sentía influido por sus años de formación en Alemania, donde se suele calificar de “idiota especializado” a aquel que sólo domina una materia e ignora con altanería todo lo demás.

Esta particular especie de mamíferos es muy manifiesta entre los altos ejecutivos o quienes creen que tienen esta condición, sobre todo si proceden de escuelas de negocios reputadas.

Han hecho de la gestión empresarial una religión y practican el fundamentalismo.

Son gentes para quienes la realidad queda circunscrita a la cuenta de resultados. Los empleados son parte de los activos y como tales se amortizan y luego pasan al desguace.

Practican el hermetismo y gozan (es un decir, no son propensos a las alegrías) tratando de hacer expresivo su poder sobre los demás.

No se pierden una conferencia sobre temas de management, por muy aburrido que sea el tópico, pues allí se sienten inmersos en un clima de reconocimiento social, algo que siempre persiguen.

Cuando hablan con la gente son monocolores. Sólo les interesa el mercado, la competencia, los precios, la productividad, el servicio, los stocks y toda esa zarandaja.

Si la conversación se sale de la partitura, el idiota especializado calla y luego desaparece, con el pretexto de que tiene algo muy importante que hacer.

No crea escuela y normalmente está sólo. En momentos de lucidez se plantea otras alternativas de vida, con horizontes más amplios. Pero es incapaz de asumir el riesgo que conlleva la acción.

En el fondo de su corazón, oculto entre inseguridades veladas y arrogancias no justificadas, se halla el germen de su insatisfacción.

Insatisfacción personal e insatisfacción profesional. Y es que no se puede estar toda la vida encerrado con un solo juguete.
Alf Duran Corner

 

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