EL JUEGO DE LA VIDA

Focus: Sociedad
Fecha: 19/04/2002

Es apasionante la vida. Es un sutil experimento que te permite medir las gradaciones del entorno, el discurrir de los hechos, la fragilidad de las palabras, el hueco de las ausencias y la volatilidad de las presencias.

Pero para ello has de disponer de tiempo, no sentir el estúpido azote de la prisa y dejar que la mente vague libremente, sin especiales cautelas.

Recuerdo que un buen amigo, curtido en las batallas de la aciaga dictadura, y llegado a ministro en el inicio del período democrático, me contaba posteriormente que los teléfonos habían dejado de sonar al día siguiente de su cese. Ya no era el objeto deseado de los zalameros, de los arribistas, de los trepadores, de los interesados, de los mediocres de turno orientados al poder, a cualquier poder.

Tengo un cierto sentimiento compartido, tras largos años de gobernar un proyecto empresarial. La diferencia respecto a mi amigo es que mi talante no ha dado pie al circo con el que él tuvo que enfrentarse. Por eso hablo sólo de cierto sentimiento, donde no cabe la acritud.

Uno hace las cosas porque cree que debe hacerlas, porque intenta someter su praxis diaria al acerado corte de la ética. Por eso y sólo por eso, con el placer añadido del gusto por la vida, selecciona a gente, la forma, la remunera, la promociona, la motiva, la orienta y le da, en un momento determinado, el empujón que cualquiera desea para mejorar su nivel profesional.

Uno lo hace con la mejor voluntad, aunque puede equivocarse. Es sabido que entre la gratitud y el olvido, la memoria es muy frágil.
Alf Duran Corner

 

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