EL OUTSOURCING
Focus: Política
Fecha: 19/04/2004
La gente de mi generación que orientó su vida profesional hacia la gestión empresarial, tuvo ocasión de conocer muchas industrias que se enorgullecían de contar entre su plantilla con maestros carpinteros, electricistas, albañiles y otro conjunto de oficios.
La lógica (siempre hay que tratar de encontrarla) hacía un lectura endógena del sistema: todo lo que podamos resolver desde el interior, no lo buscaremos afuera.
Este modelo fue desapareciendo con el tiempo y las empresas (industriales o no) acabaron centrando su actividad en lo que era nuclear para su razón de ser económica, desplazando hacia el exterior el resto de servicios.
La lógica era reducir los gastos fijos y pagar por servicio prestado. Una lógica de signo más macroeconómico era que los antiguos empleados se transformaban en empresarios/emprendedores, lo que podía resultar un acicate para el crecimiento económico.
En el “outsourcing” la fuente está afuera y puede ser subcontratada para una tarea, para un proyecto, para un período de tiempo.
Si trasladamos este enfoque al ámbito de la guerra, tenemos precedentes históricos que se remontan a la Edad Media, en los que ejércitos de mercenarios eran contratados para batallas específicas.
Esta situación se está reproduciendo en Oriente Medio, y especialmente en Irak. Hay mucha “seguridad privada”, no sometida a la disciplina de un ejército regular, cuyos objetivos se desconocen. En las guerras del Congo, los mercenarios contratados por Mobutu y financiados por intereses europeos y americanos, cobraban por pieza.
Los cuatro americanos quemados vivos y colgados en un puente en Falluja no eran empleados de una empresa de ingeniería, sino mercenarios en la nómina de la empresa norteamericana Blackwater, que ofrece toda una gama de servicios paramilitares. Se estima que en la actualidad hay en Irak 15.000 personas de este perfil, de las que han muerto unas cincuenta. Una sola empresa (Global Risks) tiene 1.100 empleados en campaña, de los que 500 son nepaleses y 500 de las islas Fidji.
Si cualquier guerra es cruel, la aplicación del “outsourcing” la hace todavía más perversa. Quien está de verdad haciendo la guerra sucia en Irak ?.
Si alguien nos lo explica quizás comprendamos mejor la proliferación de “daños colaterales”.
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