EL PODER DEL "COMMODITY MARKET"

Focus: Economía
Fecha: 03/05/2013

Es sabido que las materias primas constituyen una pieza fundamental de la riqueza económica de un país. Pero dentro del gran abanico de materias primas, las hay más o menos críticas según su uso, volumen de la oferta y relación precio-prestación.

Pero menos sabido es que en última instancia el poder está más en manos de los “traders”, de los que comercian con ellas, que de los productores. Los “traders” son los que controlan el “commodity market”, los que compran a los productores y venden a los consumidores. Y son pocos y muy poderosos.

Las principales materias primas por volumen de transacción en términos monetarios son el crudo de petróleo, el café, el algodón, el trigo, el maíz, el azúcar, la plata, el cobre, el oro y el gas natural. Agrupadas por familias destacan las alimenticias, el vestido (aunque el algodón tiene muchas otras aplicaciones), la industria (el cobre), la energía (petróleo y gas) y la especulación-refugio (la plata y sobre todo el oro).

Estos días ha aparecido en los medios convencionales la noticia del estallido de la burbuja de las “commodities”, pero lo cierto es que los índices (con la excepción del oro) no confirman tal derrumbe. No debemos olvidar que el índice del oro estaba en 968 en marzo del 2008 (en plena crisis) y que ahora está en 1.600. Ha bajado respecto a finales del 2012 pero se sostiene bien. Que el índice del oro no siga subiendo está bien, pues significa que los inversores vuelven a asumir ciertos riesgos más próximos a la economía real.

Pero el problema, como antes hemos señalado, es que los “traders” tienen un poder excesivo y pueden manipular la marcha de la economía desde la más absoluta opacidad. Se calcula que en los últimos diez años sus ganancias han sumado 250.000 millones de dólares, con unos beneficios sobre fondos propios cercanos al 60%. Ahora están ganando entre el 20 y el 30% y están quejosos. Ningún otro sector (ni el financiero) obtiene este ratio de rentabilidad.

Como tienen una gran tesorería, llevan ya tiempo invirtiendo hacia abajo (comprando productores de materias primas, como minas), con lo que su poder aumenta. A título de ejemplo Cargill, empresa privada controlada por las familias Cargill y MacMillan, con 120.000 millones de dólares de ventas anuales y 131.000 empleados, posee una flota de barcos superior a la de la Royal Navy.

Esta última semana se han reunido en Lausanne y han hecho cierta autocrítica, pero todo ha quedado en casa.

Cuando nos refiramos a los “poderes fácticos” que gobiernan el mundo, no debemos olvidar a los “traders”.

Alf Duran Corner

 

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