EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL Y LA LÓGICA

Focus: Política
Fecha: 30/06/2020

Sobre el primer sujeto se nos dice que es el garante de la Constitución, aunque sería mejor decir de su interpretación, ya que ese manuscrito es del género jurídico-literario, donde se combinan el arte de la retórica, con la épica, la lírica y la dramática.

La lógica, por su parte, se basa en el razonamiento (inductivo o deductivo) y no admite escapatorias de carácter acientífico, más propias de la ficción.

En la naturaleza todo fenómeno tiene su propia lógica, aunque a veces resulte difícil encontrarla. Los humanoides nos ajustamos al patrón y nuestras conductas están cargadas de razonabilidad (la nuestra), lo cual no significa que sean razonables para el resto de los agentes.

Es por eso que no deben extrañarnos las decisiones que toman aquellos sujetos cuya lógica puede estar en las antípodas de la nuestra.

Por ejemplo, las que toma el Tribunal Constitucional del Estado español. Pueden parecernos aberrantes, pero tienen sus fundamentos.

A modo de preámbulo, un par de acotaciones sobre esos “altos funcionarios”:

1). En su calidad de funcionarios puros de la Administración (no se incluyen los sanitarios ni los educadores, que sí son servidores públicos), son conservadores, lo que significa que defienden el statu quo, que indirectamente protege su puesto de trabajo. Aquí no vale la etiqueta (cada día más confusa) de progresistas y conservadores. En términos vitales – que es lo que cuenta – todos son conservadores.

 

2). La segunda acotación (de una singular agudeza) viene de Upton Sinclair, el gran novelista, periodista y activista norteamericano, que dijo: “It is difficult to get a man to understand something, when his salary depends on his not understanding it”. (Es difícil que un hombre comprenda algo cuando su salario depende de que no lo comprenda).

 

Vayamos ahora, para desenredar la maraña, a uno de los últimos comunicados del Tribunal Constitucional, que dice: El Pleno rechaza poner en libertad de forma cautelar a los presos condenados por el referéndum del primero de octubre.

Esta es la decisión, que va acompañada por las consabidas notas procedimentales, notas que generan todavía más confusión.

Y esta decisión tiene una lógica aplastante, si tenemos la paciencia de documentarnos sobre los miembros de ese tribunal y su trayectoria político-jurídica. Veamos:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Qué tienen en común estos ciudadanos?

1.Que la práctica totalidad han vivido siempre de los Presupuestos Generales del Estado, por lo que nunca han quedado afectados por ERTO’s, ERTE’s u otros procedimientos similares.Viven “au-dessus de la mêlée”.

 

2.Que ideológicamente están escorados a la derecha de la derecha (ponga un Faes en su vida), lo que da un plus a su talante, de natural conservador.

 

3.Que sus contratos laborales son de nueve años, lo que les da seguridad en el puesto.

 

4.Que sus ingresos medios (complementos aparte) son de 100.000 euros anuales, lo que explica que domine la unanimidad en las decisiones políticas, que son las importantes. Las pequeñas discrepancias son para temas menores o procedimentales. Los votos particulares son votos inútiles pero “quedan bien”.

 

La máquina está bien engrasada, ya que el Tribunal Constitucional cuenta con un presupuesto próximo a los veinticuatro millones de euros anuales.

Volvamos ahora a la lógica, que es el instrumento de análisis que hemos elegido. Si tenemos en cuenta los hechos conocidos (las premisas) podemos inferir (deducir) las conclusiones. En este contexto no cabía otra decisión que rechazar la puesta en libertad cautelar de los presos (“políticos” off course).

Aquí prima el Derecho como norma. La Justicia, como casi siempre, es el convidado de piedra.

Alf Duran Corner

 

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