¿EMPRENDEDORES O MANAGERS?

Focus: Empresa
Fecha: 19/04/2011

Estos días, con motivo de unas jornadas sobre el “nuevo Management”, he vuelto a constatar la confusión existente entre estas dos categorías sociológicas del mundo de la empresa y la organización.

Algunos de los ponentes han hecho un canto a favor de la “emprendeduría”, que no es más que el arte de llevar adelante un proyecto de naturaleza empresarial, a partir de una idea, y que cuenta o pretende contar con un soporte que la haga viable.

A mi me parece muy bien que se anime a los emprendedores, pero quiero recordar que entre un emprendedor y un manager hay diferencias significativas. El primero es pasión, ilusión y voluntad. Actúa intuitivamente. “One Man Show”, como nos explicaba Larry E. Greiner. El segundo, si de verdad es un auténtico manager, tiene como propósito racionalizar un proyecto de naturaleza económico-social, con herramientas cuantitativas (ciencia) y cualitativas (arte). El primero es un amateur y el segundo un profesional.

El emprendedor, si tiene éxito, alcanza su propio techo a medio plazo, y es entonces cuando tiene que dejar la dirección y contratar a un equipo de managers profesionales. La otra opción, muy digna, es mantener una dimensión ajustada a sus capacidades y seguir dirigiendo el barco. Cualquier otra versión es un error y esto acaba pagándose.

No existe ninguna otra profesión (de la que se espere cierto valor añadido) a la que se pueda acceder sin ninguna plataforma de conocimientos. Un médico ha tenido que estudiar una carrera, pasar luego unas pruebas, acceder al MIR y quizá especializarse. Lo mismo le ocurrirá a un arquitecto, a un abogado o a un físico.

La excepción es el mundo de la empresa o de la organización. Hay mucho amateurismo en el Management y se nota. Un manager debería estudiar ciencias empresariales, obtener su grado, ampliar su base de conocimientos, iniciar prácticas y entrar, con mucha humildad, en el territorio de la gestión. Luego será mejor o peor manager, como es mejor o peor un carpintero o un notario, tras un largo período de aprendizaje. Los fundamentos en Management son un prerrequisito. No aseguran el éxito futuro, pero ponen las condiciones objetivas para que se cumpla.

Muchas empresas, y no necesariamente las más pequeñas – en las que podría tener una justificación – están dirigidas por gentes incapaces de tener una visión global, que creen que la Estrategia es ir probando cosas, que no dominan los instrumentos, que lo basan todo en la “entrega”, que confunden la autoridad con el autoritarismo, que se pavonean de conocer “el sector” y que, y esto es lo peor de todo, contratan a sus principales colaboradores entre sus similares, que no hacen más que copiar lo peor de su modelo de referencia.

Es el triunfo de la mediocridad, un mundo en el que un auténtico profesional se siente perdido y acaba por abandonar.

La sociedad no puede permitirse el lujo de malgastar los recursos (materiales y humanos), que siempre son escasos, para que un puñado de amateurs siga practicando su juego favorito.

Alf Duran Corner

 

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