ESPAÑA: UNA SOCIEDAD REACCIONARIA

Focus: Política
Fecha: 11/06/2019

En nuestra ya alejada adolescencia, el profesor de gimnasia (un fascista malcarado) nos hacía desfilar antes de enfrentarnos al plinto y a otros artilugios similares, bajo el grito “izquierda, derecha, izquierda”. Luego aprendimos (no en el colegio) el azaroso origen de la vinculación del código a una posición política (en la Asamblea Nacional Constituyente, tras la toma de la Bastilla en la Francia del siglo XVIII). La vida, con el tiempo, nos ha enseñado que el código no se corresponde necesariamente con la adscripción original. Hay un librito del ensayista italiano Norberto Bobbio (“Derecha e izquierda”) que lo explica muy bien.

Aceptando que la realidad es mucho más rica que las tipologías, repasemos algunos textos del propio Bobbio, tomados de Dino Cofrancesco, para poder situarnos respecto al tema. Dice Bobbio:

 

Luego Bobbio va un poco más allá y posiciona las ideologías respecto a dos parámetros clave: la libertad y la igualdad: Veamos:

 

Vayamos ahora al terreno más próximo (el Estado español y Catalunya) y hagamos el ejercicio de ir ubicando las ideologías dominantes y sus aparatos políticos (los partidos). Olvidémonos de lo que dicen y fijémonos en lo que hacen.

 

Veamos ahora que ocurre en Catalunya:

 

Hecha esta descripción general, podríamos añadir que la regla general de alcanzar el poder por métodos democráticos es comúnmente aceptada, aunque por tradición la derecha, y sobre todo la extrema derecha, siempre encuentran caminos para saltarse las reglas. Es por eso que hay democracias genuinas y democracias autoritarias.

El Estado español se está ganando a pulso el liderazgo entre las democracias autoritarias. En el arco parlamentario hay un corrimiento general hacia la derecha, hay una zona de confusión y hay una izquierda minoritaria y posibilista. El parlamento espejea la realidad social de un país en el que priman los conservadores y tradicionalistas frente a  los innovadores y progresistas.

Se comprende que el proyecto de la independencia de Catalunya, que es innovador y progresista, choque con el grueso de unas fuerzas conservadoras y tradicionalistas, que ocupan todos los espacios del Estado.

Y lo más llamativo es que entre esas fuerzas conservadoras y tradicionalistas se encuentre la izquierda oficial, la que lleva años capitalizando este oficio y ha extraído buenas rentas del conflicto, por lo que no tiene ningún interés en solucionar el problema.

No nos confundamos: Derecha e izquierda son dos conceptos espaciales y en consecuencia dinámicos. Nadie puede presumir diciendo que es de izquierdas si su praxis señala lo contrario.

Alf Duran Corner

 

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