EUROPAS REBELLISCHE REGIONEN

Focus: Política
Fecha: 26/07/2013

Con este titular, de fácil comprensión (“las regiones rebeldes de Europa”), el “Frankfurter Allgemeine Zeitung” publicó el pasado día 29 de junio un largo reportaje sobre algunos territorios que, en teoría, pretenden separarse del Estado-Nación en los que en la actualidad se hallan insertos. El reportaje es flojo, mezcla deseos con realidades e incluso se inventa procesos de secesión donde no existen. Es una muestra más del escaso nivel de buena parte del periodismo actual.

El reportaje hubiera pasado desapercibido, si no fuera porque algunos medios interesados (españoles, por supuesto) hicieron una lectura sesgada de un párrafo referente a Catalunya, y en particular al político convergente Josep Rull. El párrafo en cuestión se inicia así: “Mann nimmt dem Poliprofi Rull sein Pathos nicht ab…”

La deducción era clara: el señor Rull resultaba “patético”. De lo que se derivaba el mismo calificativo para el proyecto independentista. Y como lo decía el FAZ, todos felices.

Llevamos ya catorce años (2000 – 2013) tratando de “transformar la información en conocimiento” y ésta es una buena ocasión para cumplir nuestra voluntad de clarificación. Es por ello que vamos a desgranar continentes y contenidos para facilitar la comprensión de este episodio.

Lo primero que conviene señalar es que el FAZ es un periódico alemán, de valores tradicionales y conservadores, que se ajusta al modelo dominante. Casi nunca se sale de lo esperado. Tiene algunos buenos columnistas, corresponsales mejores y peores (entre estos destaca el de Madrid), y mucho articulista mediocre. El que escribió este reportaje no era precisamente un maestro.

En segundo lugar, en cualquier lengua hay que contextualizar los códigos. Pathos podría ser interpretado como “patético” en un caso extremo, pero no aquí. Viene a cuento la famosa expresión italiana “traduttore, traditore” (el traductor traiciona el texto original). El estilo narrativo con el que se describe el reportaje pretende moverse – con escasa suerte - en el campo de la retórica. Y la retórica (desde Aristóteles) utiliza tres categorías: el Ethos, el Logos y el Pathos.

El Ethos es la apelación ética del discurso, lo que le da credibilidad. Se expresa en el tono y en la bondad de las referencias. En este caso, el Ethos está ausente. El Logos es la apelación a la razón, lo que da fuerza a los argumentos. Tampoco aquí hay mucho que destacar. El Pathos es la parte emocional, afectiva. Es la apelación a los sentimientos. También es la parte más cómoda, la que permite mayor manipulación. El artículo al que nos referimos enfatiza el Pathos, no sólo en la mención al señor Rull. Pathos en griego significa sufrimiento y experiencia.

Tomando este artículo como referencia, el ínclito señor Lucena (portavoz parlamentario de un PSC en fase de liquidación), tildó de “patético” al señor Rull. Quim Arrufat, miembro de la CUP, hizo una contundente nota aclaratoria en un impecable alemán, y destrozó los pobres argumentos del portavoz socialista.

Tenía razón Quim Arrufat, el único patético era el señor Lucena. El presidente Tarradellas ya avisó: en política se puede hacer todo, menos el ridículo.

*** Nota: Nos tomamos unos días de descanso. Volvemos en septiembre.

Alf Duran Corner

 

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