FORREST GUMP

Focus: Política
Fecha: 05/02/2003

Cuando uno va de “capitán maravillas” y no llega a la frontera intelectual de Forrest Gump, el salto en el vacío es espectacular.

No se puede ir por ahí diciendo estupideces, a no ser que se pretenda ocupar un puesto de honor en el “estupidiario” del siglo.

La última del señor Aznar López es que los socialistas “pueden meter mano en la Seguridad Social”, por lo que conviene tomar las medidas pertinentes aquí y ahora.

Esto no es más que una pieza del rosario de declaraciones a destiempo, que van desde “los alarmismos muy poco justificados” (del caso Prestige), a su extemporáneo rechazo a “los agitadores profesionales del resentimiento” que “ladran su rencor por las esquinas”.

Este señor es un déspota neurótico que gusta de flagelarnos con fruición.

Magnus Enzensberger describe así esta enfermiza tipología:

“... Puesto que todo acto de cualquier súbdito les parece amenazador, responden ellos con la contraamenaza de castigar como traición cualquier acto arbitrario, incluso cualquier convicción arbitraria. (...) El déspota se ve perseguido a cada paso y de ello saca el privilegio de perseguir, a cada paso, a todos los demás: la consecuencia es un circulus vitiosus. Este esquema de la traición y su represión representa una estructura que la Psiquiatría conoce por estructura de la paranoia”.

Este pobre hombre declara tener pruebas sobre la capacidad bélica del Irak de Sadam Hussein. Seguramente las tiene escritas en su libreta azul.

Recuerdo que en una ocasión me dio lástima (cuando lo entrevistó Larry King y apenas pudo pronunciar un frase coherente en español).

Ahora me resulta patético. Ahora que se ha quitado los afeites y se comporta tal cual es.

Su desaparición pública va más allá de la política. Es una cuestión estética.
Alf Duran Corner

 

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